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Enigmas y acertijos ibéricos (o cosas que no he entendido)

El primer consejo que doy a mis amigos cuando se van a  vivir a otro país es que abran sus sentidos, que estén prestos a conocer, preguntar, indagar y adoptar cosas de la nueva cultura a la que llegan. Parece una tontería y una obviedad, pero hay que recordarlo siempre. Eso fue lo que hice yo y me ha servido de mucho. Si llegas y lo que haces es juzgar, comparar y extrañar a cada cinco minutos…mal vamos. No digo que no tengas un sentido crítico, pero siempre con ánimos de recibir y aportar.

Durante estos años he aprendido a querer a España y a los españoles, su cultura, sus bailes, su música y hasta sus dichos. Apenas llegué, empecé a escribir un diccionario español (castizo)/venezolano para entender mejor todo (las películas, la televisión y a la gente). Creo que ninguno de mis amigos españoles se  ha salvado de mis interrogatorios sobre palabras, costumbres, refranes o gastronomía. «Ya viene esta con sus preguntas», me dice uno siempre. Lo cierto es que hay cosas que nadie me ha sabido responder o que simplemente todavía no entiendo y sospecho, peligrosamente, que no entenderé. Se las enumero aquí, con cariño siempre. Invito al lector inmigrante o visitante a que apunte las suyas.

1.-Los marineritos. Los niños al hacer la Primera Comunión se disfrazan de marineros o militares. Nadie me ha dado una explicación al respecto. Mi sobrino fue un marinerito bello, pero por lo menos le veo sentido porque su padre es militar de la Armada.

2.- El melón con jamón (serrano) . No entiendo esta combinación.
3.- Los toros . Sin nada que añadir.

4.- Las pipas (semillas de girasol). En mi país es alimento para pájaros. Aquí las comen sin parar en los bares, en el estadio de fútbol y en muchas partes.

5.-Las servilletas de papel. Hay un tipo de servilleta como de papel cebolla. No valen para nada. Ni secan, ni limpian, pero están en todos los garitos.

6.- Tomarse un café a media mañana. En el ambiente laboral es más o menos normal que la gente llegue a la oficina y como media hora después digan: «vamos a desayunar» y todos van a un bar durante 20 minutos. A lo mejor esto también pasa en Venezuela, pero yo nunca lo hice. Al principio no iba con mis compañeros, pero luego te das cuenta de que es parte del trabajo y de que en el desayuno te enteras de información «privilegiada».

7.- El color de la ropa por estación. Soy muy colorida y eso aún no lo cambio. Ya he dicho antes en este blog que no aguanto estar vestida 9 meses entre grises, blancos y negros. Aquí el invierno implica cerrar la paleta y ceñirse a eso y algún colorcito más. Yo no le hago caso y sé que me miran raro, pero me da igual. ¡Amarillo es lo que luce, caballero!

8.-.El pedacito de limón que le ponen a la Coca-Coca cuando la sirven en el bar. A mí ya me gusta, pero veo que a mis amigos que vienen de visita se lo sacan con cierto disgusto. Bueno, ni hablar del whiskey con Coca- Cola. No soy una tomadora profesional (ni siquiera amateur, la verdad), pero sé que mis amigos se escandalizan cuando lo ven en la carta.

9.-El mini. Es un vaso de un litro. Allí sirven un trago y lo llaman MINI. Está claro que es un maxi. Me explicaron que lo bautizaron así, en forma irónica, durante la movida de los ’80 en Madrid.

10.- El nacionalismo. Por más que leas, te documentes y hables con la gente, es un fenómeno complicado de entender. Lo sientes cuando viajas y el idioma regional de turno está por todas partes. Vas concluyendo que este país es una colcha de retazos cosida por ciertos pilares comunes. Me gusta pensar que hay más cosas que unen a toda España que cosas que la separan, pero he conocido nacionalistas canarios, gallegos, vascos, y claro, catalanes. Quizá el tiempo me haga entender mejor este fenómeno. De momento, sigo leyendo.

 

PS: Andrea Daza, mi amiga y compañera bloguera, también ha compartido sus enigmas. Ella vive en Barcelona y se los cuenta en:  http://www.lazotacalles.com/2013/10/02/misterios-resueltos/

 

  

13 comentarios en “Enigmas y acertijos ibéricos (o cosas que no he entendido)”

  1. El melón con jamón serrano es maravilloso. Y aquí también se sirve en muchos sitios. Lo que más me hizo reír fue lo de las servilletas, que ciertamente, son una mierda, jajajaja.

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  2. Me ha gustado mucho este post, sobre todo la parte de \»apertura\» yo cuando llegué ya hace 13 años (se dice pronto, como diríamos aquí…) también quise hacer el diccionario español-venezolano cuando estudiaba en la Complutense pero al final lo dejé inconcluso probablemente porque para ese entonces era de las pocas que vivía en Madrid y el \»castellano de la madre patria\» era lo que triunfaba …Genial lo del color de la ropa, es muy tuyo! y sobre el café de la mañana, gran hallazgo cuando uno se introduce de lleno en el mercado laboral… necesario como bien dices para no convertirse en el paria de la oficina!besitossss

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  3. Muy bueno Briamel. Yo tampoco entiendo lo del melón con jamón serrano, ni eso de desayunar con dulce, pero son costumbres de los españoles y otros países europeos. Café siempre tomo a cualquier hora del día, las semillas de girasol son para pájaros pero cada quien tiene sus gustos. Muy explicativo el relato, me gustó

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  4. Bría, Bría… se te escapó una que tienes asumida: llamar bares a las cafeterías. Chama, ese café mañanero, ese desayuno, uno se lo toma en una cafetería. En una panadería. Carajo, en un forner. El mini, eeeeese sí en un bar.No entiendo que llamen \»bar\» a lugares donde no expenden alcohol ;)Pero los quiero igual. Jejeje

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  5. Jajaj. Qué gracioso eres. Yo no tomo café (nunca en la vida). Y si bajaba a la panadería Ángela era a comprar chuches o algún cachito, pero no a desayunar 10 minutos después de llegar a la redacción jeje

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  6. Soy una tomadora de zumos y eso de la pichirrería es un problema. Mención aparte merece que nadie acompaña sus comidas con zumo (siempre es con agua, vino o alguna otra bebida). En algún restaurante lo he pedido y me han dicho: \»El zumo es para postre\». Whattttt????

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  7. Hay costumbres a las que uno se adapta, como mi hermano desayunando con granita de café (un \»raspado\» o \»cepillado\» de café con crema batida por encima) con brioche en verano en Sicilia, el sandwich servido en una cestita o la Coca-Cola con una rodaja de limón. A lo que no me acostumbro es a las servilletas esas como papel cebolla que no sirven para nada y de las que te dan una de casualidad, o a la falta de hielo en las bebidas (dicen que están frías cuando están a \»temperatura ambiente\»). Tampoco me acostumbro a los \»huesos de muerto\», unas galletas muy duras e insípidas que comen en Sicilia para el día de Difuntos. Al final de cuentas, creo que uno se acostumbra \»casi\» a todo, pero siempre se extrañan costumbres, platos y sabores.

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  8. Lo de desayunar \»después\» es algo que jamás entenderé aquí ni en ningún sitio, pero es porque yo no concibo la vida sin un buen desayuno, sea la hora que sea. Si me levanto a las 9 de la mañana tengo el mismo apetito que si me levantara a las 4, tengo que comer sí o sí y nada de dulces, tiene que ser salado primero. Luego, lo que venga.Lo que más me desconcertó fue el horario de aquí. He estado en casas donde se cena a las 12 de la noche…Ahora, lo del nacionalismo es surrealista por donde se mire. Europa, y el mundo en general, tiende a la globalización, a la unificación, menos España, que quiere dividirse cuanto más, mejor.

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