Entrevistas

David Placer: El periodista que convirtió a Venezuela en su fuente

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David Placer es el autor de los libros «Los Brujos de Chávez» y «El Dictador y sus demonios»

Briamel González Zambrano

La noche antes de entrevistar a David Placer tuve una pesadilla con el teniente Diosdado Cabello. Él repetía en televisión la frase: “Si no les gusta la inseguridad del país, que se vayan”, y yo me enfadaba viéndolo. La escena se repetía en bucle. El funcionario chavista dijo eso en la vida real en el año 2012. Supongo que apareció mientras dormía porque horas antes (para documentarme) vi un vídeo en donde Cabello arremetía contra Placer por su libro “Los Brujos de Chávez”, una obra que expone el mundo de superstición y hechicería que rodeaba al extinto presidente venezolano.

Me cito con Placer por videollamada en medio de la cuarentena. Ambos estamos en nuestras casas en Madrid y entablamos la charla para hacer un recorrido por su vida como migrante y como periodista en España.

David (Caracas, 1978) es hijo de españoles que se establecieron en Venezuela en 1973. Estudió Comunicación Social en la Universidad Central de Venezuela y en agosto de 2002 (tan solo un año después de graduarse) llegó a vivir en Barcelona gracias a la beca Reina Sofía, que cubría la matrícula de su máster en Comunicación Empresarial en la Universidad Pompeu Fabra.

.-¿Qué tal la experiencia de migrar a Barcelona?

.- Se debería pagar el doble por ser migrante allí (risas). Es más complicado porque llegas a un lugar que no es el país que tú pensabas. Cuando yo llegué no había casi venezolanos. El sistema de medios de comunicación es muy cerrado. Hablar catalán es obligatorio si quieres integrarte. Yo lo aprendí porque comprendí que vivía allí y que esa era la manera de adaptarme. No tenerlo era un obstáculo para muchas cosas. Si yo preguntaba en castellano en una rueda de prensa, todos los compañeros se giraban a verme.

.-Pero te fuiste quedando…

.-Claro, no quiero decir que fuese malo, sino que es un poco más complejo. Después de la Pompeu Fabra, hice otro máster en la Universidad de Barcelona.  Vi que tenía prácticas (pasantías) y que era la forma de entrar a trabajar en un medio. Así conseguí ingresar a  El Periódico de Cataluña, primero como becario durante un año. Luego de una ruda competencia con mis compañeros, obtuve un año de contrato ya como periodista.

.- ¿Cómo lo conseguiste?

.-Empecé a proponer temas propios sin que me mandaran. A presentarlos ya reporteados y escritos. Recuerdo, por ejemplo, que propuse el conteo de los votos de los gallegos en Venezuela cuando las elecciones en Galicia a las que se presentaba Manuel Fraga. Me esforcé muchísimo. Eché muchas horas y energía, la verdad. En total estuve siete años en El Periódico de Cataluña. Saltando un poco de contrato en contrato, pero no me quejo. Fue una experiencia muy buena.

.-¿Qué fuente cubrías?

.- Me asignaron la sección “Gran Barcelona”, que implicaba cubrir el extrarradio de la ciudad. Empecé a escribir sobre drogas, migración, pandillas latinas. Entonces eran tiempos convulsos con esos temas. Los medios no solían entrevistar a los miembros de las organizaciones delictivas. Yo lo empecé a hacer con frecuencia. Me hice experto en esos conflictos. Hasta que un día una alcaldesa socialista pidió mi cabeza porque estaba tocando temas espinosos de su municipio. Yo no lo supe sino hasta después de que me habían quitado la fuente y había decidido irme del periódico.

.-¿De allí de fuiste al portal Economía Digital?

.-Sí, otra oportunidad muy buena para conocer el mundo empresarial y de los negocios, que era desconocido para mí.  Ya por esa época empezaba a despuntar el tema del independentismo. Me empezó a aburrir un poco el hecho de que esa situación lo fuese minando todo. Pedí en el periódico que me trasladaran a Madrid, pero me dijeron que no había ninguna plaza disponible.

.-¿Qué hiciste?

.-Seguir esperando. Las navidades de 2012 fui a pasarlas en Venezuela. En una comida con mucha gente un militar empezó a contar abiertamente todo el tema de los ritos de brujería que se hacían en Miraflores. A mí me llamó mucho la atención. Quise plantear un reportaje y lo comenté con Juan Carlos Zapata (periodista y editor de Konzapata.com). Él con su buen olfato me dijo que no quemara el tema en un trabajo corto, que investigara y que seguro habría material para un libro.

.-¿Así nació entonces el proyecto del libro «Los Brujos de Chávez» ?

.-Sí. Como estaba en esa situación de querer irme de Barcelona, me plantee que sería bueno ir a Venezuela para hacer la investigación. Lo hice, y cuando estaba allí me llamaron de Economía Digital para decirme que aprobaban mi traslado a Madrid. Así que salió todo bien.

 

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-¿Entonces no es que lo esotérico te atrajera especialmente sino que el tema casi que te encontró a ti?

.-Me parece un poco mística tu pregunta (risas). A mí lo esotérico para nada me atrae en lo personal, pero en cuanto empecé a investigar me pareció fascinante descubrir que un tipo como Chávez era tan supersticioso y que hubiera tantas evidencias de eso y que una persona con ese tipo de convicciones dirigiera un país. Que Cuba aprovechara esa característica de Chávez para llevar babalaos, que en realidad eran espías en las alturas del poder. Todo era una fuente inagotable de historias.  Además, era muy fácil hablar con la gente en Venezuela. Para los entrevistados, yo era un tipo que venía de España y que quería saber este aspecto de la vida del presidente. La gente me lo contaba sin miedo. Todos muy abiertos.

Descubrí el salón de la patria. Me hice pasar por un estudiante de arte que iba a ver unos murales que hay en el Palacio de Miraflores. Yo había contactado al artista por mail y el tipo me había contestado, pero no me dio cita. En la puerta del palacio mostré el mail y me dejaron pasar. Lo que vi allí, que está a la vista de todos, fue impresionante. Lo relato en el libro.

.-Luego seguiste tratando lo religioso en «El Dictador y sus demonios»

.- En realidad este otro libro es una continuación del primero. Era el camino natural a seguir para ver la vinculación de quienes gobiernan Venezuela con este tipo de ritos y cómo influye esto en sus comportamientos. Si bien Hugo Chávez se iba por la brujería, Nicolás Maduro rinde culto a Sai Baba. Allí había otro hilo conductor para investigar.

.-¿Cuál fue el gran hallazgo en tus libros?

En “Los Brujos de Chávez” fue entrar a Miraflores y constatar que todo lo que me habían contado las fuentes era cierto. Lo vi con mis ojos. Otro hallazgo fue confirmar la superstición de Chávez, que tuvo siempre su bruja, a la que hacía consultas para tomar decisiones.

En “El Dictador y sus demonios” el hallazgo fue ver el contraste entre la religión de Maduro y la vida real que llevan. Profesan la paz y su gobierno está lleno de torturadores, violadores de derechos humanos. Maduro se llevó a su gurú de La India a Miraflores. Yo viajé hasta La India para investigar este entramado. Está en el libro.

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David Placer con Laureano Márquez en Madrid

.-¿Te han demandado por alguno de los libros o refutado tus afirmaciones?

.-Nadie ha dicho nada. Recibo ataques de perfiles raros de redes sociales y un pastor evangélico que entrevisté quiso desdecirse, pero yo tengo la grabación con sus palabras. Sin embargo, nadie desmintió ni una línea.

.-¿Qué tal el cambio de mudarte a Madrid después de once años en Cataluña?

.-Fue como cambiar de país y de vida. Dejé mi juventud en Barcelona. Viví entre los 23 y los 34 años allí. Llegar a Madrid fue sentir que se habla tu idioma. Tuve que armar de nuevo mi red de contactos, pero me encanta vivir aquí. Ya llevo casi siete años en la capital.

.-¿Cómo pasas a centrarte tanto en cubrir el tema de los venezolanos en España?

.-No fue algo pensado. De hecho, no me llamaba la atención trabajar en medios relacionados con temas de Venezuela. Sin embargo, somos una comunidad en crecimiento, de más de medio millón de personas. Me di cuenta de que había demasiado para contar y que yo lo podía hacer desde mis propias plataformas. Me atrajo la idea de hacerlo sin trabajar para otros. Me autoedité dos libros porque me di cuenta de que con las editoriales perdía dinero. Con las noticias me está pasando lo mismo. A través de mis redes sociales voy relatando lo que le pasa a la comunidad venezolana residente en España.

.-En tu cuenta de Instagram tienes más de 40.000 seguidores a quienes les hablas de casos como la vida de Los Bolichicos en España, El Pollo Carvajal, los refugiados venezolanos… Durante la pandemia sacaste “Cuarentena en Positivo”, una serie de entrevistas para buscar el lado amable de estar aislados en casa. ¿Hacia eso apunta tu carrera? ¿Hacia tu marca personal independiente de medios?

.-Sí. Al principio da un poco de pudor porque hay cierto prurito de periodista de que cómo te vas a hacer promoción a ti mismo, pero ya se me ha quitado porque entiendes que el público espera un buen contenido y es tu aliado en ello. Yo mismo diseñé, por ejemplo, mi gira de medios para hablar de mis libros. Así que siento la confianza para impulsar mi propio proyecto. De hecho, para “Cuarentena en positivo” conseguí mis primeros clientes publicitarios. De manera que, mientras no haya un conflicto de intereses entre lo que yo cuento y los patrocinadores, se podrá hacer y hacia eso estoy trabajando. El periodismo de hoy puede tener este tipo de opciones y entenderlo es clave.

 

.-¿Qué diferencias ves entre el periodismo que se hace en Venezuela y el de España?

En Venezuela hay noticias cada minuto casi. La realidad es muy elástica y lo que pasa en la mañana, ya se ha transformado en la tarde. Siempre tienes como mínimo cinco noticias potentes que son candidatas a ser “apertura”. En Venezuela hay más material, más conflicto. En España, por el contrario, a veces hay que forzar los temas. Además hubo cuarenta años de franquismo, la gente suele tener cierto miedo a hablar. En mi experiencia como reportero aquí he visto mucho eso. En cambio en Venezuela se explayan, cuentan todo. Por lo menos cuando estuve por lo del libro. No sé si ahora sigue igual.

Además en Venezuela se está haciendo con muy pocos recursos un periodismo de investigación de mucha altura que se está ganando premios en todas partes, hablo de la gente de Armando.info y de El Pitazo, por ejemplo. Aquí en España vamos muy justitos en esa materia. No veo grandes trabajos investigativos, en profundidad, sobre los temas más destacados. Creo que hay un periodismo un poco apoltronado, muy cómodo. Aunque hay intentos incipientes por mejorarlo.

.-¿Cuál de los casos sociales de refugiados venezolanos en España te ha impactado más?

(Suspira. Piensa un poco.) Han sido tantos, pero te diría que el caso de los tres hermanos que se vinieron dejando la carrera universitaria a medias para dormir aquí en la calle. Chicos con educación, clase media, que no se querían quedar en Venezuela porque lo sentían como una condena al hambre. Este caso me hizo pensar mucho en que pude ser yo. Estos tres chicos durmieron en la calle hasta que los reubicaron en un piso en Sevilla. Estoy muy seguro de que saldrán adelante porque tienen la fuerza, la energía, las ganas y el ánimo para hacerlo.

Más información sobre David Placer en:

https://www.losbrujosdechavez.com/

https://www.instagram.com/davidplacer/

 

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Cédula de Identidad. Breve muestra de un país

Briamel González Zambrano

¿Alguien se acuerda del actor Orangel Delfín?  ¿Qué hace la hija del bolerista Felipe Pirela? ¿Qué pasó la noche en que una bala entró en la cabeza del cantante Onechot en Caracas? ¿Cómo empezó el grupo musical Sentimiento Muerto? ¿Cómo piensa una miliciana chavista? ¿Cómo fue el cortejo fúnebre de Hugo Chávez  de unos motorizados?  ¿Cómo transcurren los días en la morgue de Bello Monte?  En el libro “Cédula de Identidad. Crónicas de Venezuela” (Editorial  La Guaya, 2014)  la mirada del periodista y escritor Doménico Chiappe atravesó estos temas y dibujó escenas que producen asombro, empatía, congojo, encono, nostalgia y sonrisa.

El autor hizo una compilación de sus trabajos realizados en medios venezolanos entre 1995 y 2014. En estos textos nos entrega una aproximación al país desde temas políticos, sociales,  financieros, de la farándula  y del deporte.  Estas notas reúnen un mosaico de cómo es (y cómo ha sido)  la sociedad venezolana a través de casos que han ocupado los grandes titulares en los periódicos y también los episodios o personajes que aparecen en las letras pequeñas de los diarios.

A Doménico lo conozco desde hace catorce años cuando coincidimos en la redacción de TalCual. Él era el jefe de Economía y yo era la pasante de Política. Desde esa época lo recuerdo con su hablar pausado y con un toque didáctico. “¿Qué pasóooo, guayanesa?” , me saludaba a veces y soltaba una risa amplia que aún conserva.  Pasados los años, hemos coincidido viviendo en Madrid y lo he entrevistado por su novela “ Tiempo de encierro” (Editorial Lengua de trapo, 2013).

En “Cédula de identidad” Doménico disecciona historias que a casi cualquier venezolano le interesa conocer y en las que se pueden sentir un tono, una fuerza y un sabor inequívoco a Venezuela.

He ido leyendo el libro mientras camino por Madrid y varias veces se me han acercado desconocidos para preguntarme dónde comprarlo. Desde luego, cada vez somos más venezolanos por aquí y quieren saber de qué va esta “Cédula”.  Les dejo la invitación a que compren el libro, lo pidan prestado, lo busquen. Está en las grandes cadenas de librerías de Venezuela y en Madrid se encuentra en La Fábrica (calle Alameda, 9).