Entrevistas

“Nunca se deja de ser periodista”

Aymara Lorenzo, quien fuera una de las reporteras más destacadas del canal Globovisión durante trece años, ha lanzado su plataforma digital www.aymaralorenzo.com. En ella ofrece consultoría de comunicación y su web show “Conéctate”, con noticias de actualidad y contenido de desarrollo personal. Además es corresponsal de Radio y Televisión Martí.  

Briamel González Zambrano

Imponente. Así era la presencia de Aymara Lorenzo Ferrigni cuando llegaba a la cobertura de alguna información en Caracas. Por lo menos así la recuerdo yo. Con sus cejas muy arqueadas, sus dientes alineados perfectos y su postura recta saludaba a todos los compañeros con cariño y rapidez. Preguntaba si habíamos visto ya al portavoz, si había nota de prensa. Escribía en un aparato diminuto llamado  T-Motion a sus jefes en el canal. Daba instrucciones a su camarógrafo, al asistente y al conductor de Globovision, el canal de noticias donde trabajó durante trece años entre el 2001 y el 2014. A mí me impresionaba que se sabía todos los grados de la fuente militar, los nombres (o más bien los dos apellidos) de esos uniformados, sus cargos, el componente al que pertenecían y parte de su trayectoria dentro de las Fuerzas Armadas de Venezuela.

Hago una videollamada a Aymara Lorenzo para entrevistarla por el Día del Periodista en Venezuela. Me atiende sentada en su despacho en Caracas. Se había vacunado el día anterior y aún estaba enfadada porque había visto un abuso de poder en el lugar donde le tocó acudir. Le recuerdo la imagen que he descrito en el párrafo anterior, ella suelta una carcajada y me dice: “Bueno, negra, no sabía hacer las cosas de otra manera. Siempre protegiendo a mi equipo. Que supieran dónde poner la cámara era fundamental porque muchas veces íbamos en vivo y porque uno sin su camarógrafo no era nadie. El chofer tenía que tener claro en que parte de Caracas estábamos por si había que salir corriendo. Estar coordinados era muy importante. Con respecto a la fuente militar, cuando me la asignaron empecé a estudiar muchísimo cómo funcionaba. Es un ambiente muy masculino y machista. ¿Cómo me iban a respetar como periodista si no sabía diferenciar a un vicealmirante de un capitán de navío? Tenía que conocer todos los estamentos”. 

Aymara Lorenzo está enfocada en el desarrollo de su plataforma digital. Foto: Guillermo Suárez

Desde que estudiaba Comunicación Social en la Universidad Católica Andrés Bello (de donde egresó en 1995), Lorenzo siempre tuvo más de un trabajo al mismo tiempo y se movía en todos los ámbitos del periodismo. Era reportera de televisión, de emisoras de radio y también redactaba reportajes para diarios regionales. Además de Globovisión, a largo de su trayectoria profesional Lorenzo estuvo en medios como Kys FM, El Tiempo de Puerto La Cruz, Agencia Venezolana de Noticias, CMT, Notitarde, El Mundo, Mágica 91.9 FM, CBS, Venevisión y La Voz de América. En la actualidad es corresponsal en Caracas de Radio y Televisión Martí, que es un servicio internacional que transmite noticias en español desde Miami hacia Cuba.

Su proyecto más personal es la plataforma digital http://www.aymaralorenzo.com, donde ofrece asesorías comunicacionales, formación de vocería (portavoces), además de su web show en Youtube llamado “Conéctate”, donde se entrevistó a sí misma para mostrar su lado más íntimo que siempre ha procurado guardarse. En esa conversación develó que quiso siempre ser actriz, que es amante del teatro y que le interesan mucho la poesía y escribir ficción.

.-Eso de revelar un poco más de ti en la web te costó mucho, ¿no? ¿Por qué ahora?

.-Soy de la escuela en la que nos enseñaron que el periodista no es la noticia jamás. No somos lo que importa a la audiencia. Yo no soy de estar haciendo shows con mi vida.  En el año 2002 me secuestraron y nunca lo dije. Llevé mucho palo por trabajar donde trabajaba, pero me lo tragué porque eran años duros y yo no quería ser la noticia.

Una vez un militar en una sede de Petróleos de Venezuela (PDVSA) quiso desenfuchar el cable de la cámara. Cuando lo ví, saqué el micrófono en señal de darle en la cabeza. Le dije: “Atrévete, pues. Atrévete a hacerlo para que veas”. Un fotógrafo captó el momento y por eso se supo, pero yo no lo hice por la foto sino porque tenía que defender mi trabajo.

Siempre he sido reservada con mi vida personal. Al fin y al cabo, es y quiero que siga siendo mía y privada. Sin embargo, me pareció que al ser mi proyecto la gente se merecía saber un poco más de quién soy, de cómo soy y de cómo trabajo. Durante años proyecté quizá una imagen muy fuerte, muy dura, porque era una coraza para poder trabajar en un mundo de militares, policías y políticos. Quería que me respetaran.

.-Y de repente descubrimos un lado muy sensible. Nos enteramos de que a Aymara Lorenzo le hubiera gustado triunfar en las tablas de un escenario, o escribir poesía o literatura.

.-(Risas) Sí, estuve en un taller de poesía con Edda Armas durante cuatro años. De hecho, escribí poemas (saca un cuaderno y me lo muestra), pero aquí están para mí. Nunca los he sacado a la luz. Supongo que eso me hacía vulnerable de cara a los demás. Hace muchos años quería hacer la Maestría de Literatura Latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar, pero no tenía carro, así que la hice en la Universidad Central de Venezuela. Luego cuando tuve carro hice el de Ciencias Políticas en la USB (risas).

Al final, todas las decisiones de la vida te hacen ir por unos caminos y no tomas otros. Al graduarme en la UCAB me gané una beca para estudiar en Madrid, y no me fui por falta de presupuesto. Años después no me fui a estudiar inglés porque en el último momento me ofrecieron un trabajo. Así que el inglés que hablo lo aprendí aquí (risas). ¡Ah, bueno!, y mucho antes, cuando estaba en tercer año de carrera, lo dejé. Me salí de la universidad porque tan solo tenía 19 años y como que colapsé. Mi familia estaba en shock, yo era la mayor y había abandonado los estudios. Estuve en psicoterapia y me ayudó mucho a centrarme y saber lo que quería. Aunque no me dejó bien del todo porque sigo con un cable suelto (risas). Al año volví a la universidad y listo. Supere esa pequeña crisis.

La periodista asesora a empresas y portavoces que quieren mejorar sus herramientas de comunicación.
Foto: Guillermo Suárez.

.-¿Irte de Globovision también implicó una crisis?

.-(Cierra los ojos pensativa por pocos segundos.) La compra del canal fue en 2013 y hubo una estampida. Muchos compañeros se fueron y yo decidí quedarme porque pensaba que no había que ceder los espacios. Aunque ya mi cuerpo me había empezado a dar señales. Me enfermaba y me daban ataques de pánico. Ya se había perdido el respeto a los periodistas, antes en donde te pararas con tu carnet cualquier persona respetaba tu trabajo y todo eso con la violencia que había en la calle se fue perdiendo. Esto también afectaba el ánimo, pero yo seguía. Sin embargo, en febrero de 2014 el canal no dijo nada de la protesta de los jóvenes y los asesinatos. No apareció en pantalla. Como si no hubiera ocurrido aquello. Ese día pensé que ya no podía seguir allí, no podía ser cómplice de ese silencio. No iba conmigo. Así que renuncié y en Twitter hice la travesura de publicar mi comunicado, antes de que lo supieran todos en el canal. (Puede ver el tweet de la renuncia aquí. )

.-En tu reinvención digital estás apostando mucho. Has hecho una página web y potenciado tu canal de Youtube. Cuéntame de este reto.

.-El objetivo es poner mis talentos para ayudar a otros con lo que yo sé, y monetizarlo. Es un mucho trabajo y no estoy sola. Tengo un equipo de personas que son unos magos en sus áreas y que me han ayudado en el tema de marca personal, de posicionamiento, estrategia y lo relacionado del entorno digital y la gestión de mis redes sociales.

Mi conexión con la audiencia es como reportera y es por eso por lo que todos los miércoles hago un live en mi cuenta de Instagram ligado a la actualidad venezolana. A mí me gusta mucho hacer entrevistas y ahora con mi proyecto tengo la oportunidad de hacerlas como me dé la gana. Por eso, mi web show “Conéctate” son conversaciones diversas, de asuntos muy variados que me interesan. Puede ser un  testimonio de Covid-19, de reinvención, de qué es el reiki, la serendipia, o temas de búsqueda personal.

Con mi experiencia de tantos años frente a cámaras y micrófonos tengo mucho que aportar a personas y marcas interesadas en aprender a comunicar sus productos y servicios con claridad y profesionalismo. Hay muchas personas que lo ven fácil, que creen que pueden hacerlo solos, y a veces el resultado tiene muchas carencias. Por eso insisto en que comunicar es un arte, pero un arte que se tiene que estudiar porque tiene técnica. Entonces lo que busco es que mi cliente brille y saque lo mejor de sí. Te digo algo, aunque haga esto, nunca se deja de ser periodista. El que lo vive, lo es las 24 horas. Porque tienes el punto de vista crítico despierto siempre, porque en muchas conversaciones lo que haces es entrevistar a la gente. A veces mi esposo me está contando algo y yo le hago preguntas y me responde: “Estamos charlando. No me entrevistes”. (Se ríe.)  Así que también desarrollé un taller  llamado “Aprende a preguntar con propósito”.

.-¿Para cuándo tendremos el libro de ficción firmado por Aymara Lorenzo?

.- (Sonríe suavemente.) Escribir necesita tiempo. La pandemia me ha dejado algo que no había aprendido en 28 años, que es editar y hacer postproducción. Ahora yo con el teléfono hago de todo para mi plataforma web. Entonces en medio de esto, me di cuenta de que escribir es un acto solitario, profundo y de mirar hacia adentro. No sé si todos los días me quiero ver por dentro (risa sonora). Quizá por eso no he encarado de frente lo de la escritura. A lo mejor estoy siendo poco autocompasiva o muy exigente con lo que te estoy diciendo. Porque ayer justo me senté y lo hice. Escribí una crónica de cómo fue mi vacunación y lo que ví, lo que me disgustó. Sentía que no me podía quedar con eso por dentro. Sin embargo, en general he dejado pasar muchas oportunidades para escribir. Creo que parte del tema de que yo no coja el toro por los cachos es que lleva un trabajo de reconstrucción de mí misma como ser humano y no como periodista.

También te digo que todo el tiempo que tengo ahora es para mi proyecto personal y que tengo que escribir muchísimo: los posts, los textos de la página, las propuestas… Al final escribo muchísimo a diario. Además, he hecho un curso de acento neutro y estoy locutando textos y lo que venga.

Coordenadas de Aymara Lorenzo

www.aymaralorenzo.com

Instagram

Twitter

En la web http://www.aymaralorenzo.com pueden conocer otras facetas de la periodista.
Foto: Guillermo Suárez

Migrantes

Postales rotas

Briamel González Zambrano

Hace pocos días me enteré de que cerró el supermercado de portugueses cercano a la casa donde crecí en mi natal Puerto Ordaz y algo se me ha removido por dentro. La crisis económica también los ha agarrado por la pechera a ellos. Una familia de trabajadores inagotables. Se tranca la puerta de ese lugar con olor a una mezcla de lejía con embutidos y en cuyo aire acondicionado me refugié más de una vez para escapar de los 30 grados de temperatura habituales en Puerto Ordaz. 

Al super de los portus fui muchas veces con mis padres, me encontraba con amigos del colegio, con vecinos, con gente querida. También iba en bicicleta y era una aventura atravesar el “campito” de bicicross que hoy tampoco existe. Fue de los primeros sitios donde pude ir sola para hacer “los mandados”, es decir, comprar el pan, aceite, jamón y queso, Cheez Whiz o Harina Pan. Me gustaba siempre ver el trabajo de las cajeras y su botonera. Observaba cómo sacaban las cuentas, cómo corrían los productos por la cinta negra hacia su destino final que eran las manos de un joven embolsador, quien luego nos acompañaba hasta el coche y esperaba por su propina. “Algo para el refresco”.

Frente al “abasto”, como lo llamaba mi abuela, estaba el puesto de arepas de Mon, un colombiano que empezó vendiendo obleas en la zona y que con gran esfuerzo levantó su negocio que siempre estuvo lleno y al que yo volvía con ilusión. A Mon lo asesinaron unos malandros en marzo de 2015 y fue una conmoción en mi ciudad, para quienes lo conocimos y crecimos viéndole a él y a su mujer Carola detrás de la barra, atendiéndonos con afecto, preguntándonos por la familia y sirviendo unos jugos deliciosos y unas arepas inolvidables.

Sobre la misma acerca del supermercado estaba el kiosco de periódicos de una familia de chilenos. Allí mis padres compraban “El Correo del Caroní”, “El Nacional” y “Meridiano”. El olor del papel periódico se instaló allí de tal manera que, muchos años después cuando trabajaba en redacciones y bajaba a la imprenta, recordaba este kiosco por el aroma. A los chilenos yo les compraba barajitas para los álbumes de “Amor es” y del que estuviera de moda, además de chucherías, claro.

Recuerdo también cómo al otro lado de la ciudad, iba con mis amigas al abasto «La Española», donde la cajera se llamaba Pili (familia de los dueños) y saludaba a casi todos los clientes con su nombre de pila al tiempo que maneja la calculadora. Yo iba con mi amiga María Gabriela a comprar chiclets Adams de colores y Pepito. Allí también olía a embutido. Me pregunto qué será de Pili y de su memoria para la clientela. Google y mi prima me han confirmado que «La Española» sigue en pie. Por lo menos es una buena noticia.

Que todos estos comerciantes (los portus, los chilenos, Mon y Carola, Pili) sean migrantes habla de lo receptiva que fue Venezuela. De sus políticas de puertas abiertas no solo a europeos, sino también a personas que huyeron de las dictaduras que imperaban en el sur de América en la década de los setenta del siglo pasado y de la guerra que no ha dejado respirar saludablemente a Colombia desde hace muchas décadas. Como he dicho varias veces en el blog, los hijos de esos migrantes han hecho el camino de vuelta de sus padres o abuelos. Retoman ese viejo pasaporte y se van a buscar otra vida en esa tierra que habían dejado sus ancestros o en un tercer destino que les sonría y les pinte un escenario de paz.

Hace pocas horas, mientras cerraba la idea de este post, el gobierno tomó las instalaciones de El Nacional en Caracas, debido a una demanda interpuesta por el teniente Diosdado Cabello. Por suerte, los dueños salvaron el archivo físico y digital. No se sabe aún qué pasará con la sede. Trabajé en ese diario a principios de siglo, en otra vida podría decir. Hice amistades para siempre, aprendí, cometí errores, me formé y llevé ese carnet en el pecho con mucho orgullo. Mi época fue en la sede vieja de Puente Nuevo a Puerto Escondido. A este nuevo edificio solo fui de visita, porque yo ya trabajaba en El Universal. Duele igualmente por lo que significa que desde el poder se arrase con todo lo que huela a debate, a ideas y a democracia.

Siendo realistas, uno no espera que los espacios de la infancia se queden intactos para siempre. Eso no suele ocurrir. Lo que sorprende es lo abrupto de la demolición. Las razones por las cuales, de pronto, todo se borre y ya no haya ni super, ni Mon, ni kiosco y tampoco sede de un diario septuagenario. La crisis y los mandatarios desbarrancadores del país tienen toda la responsabilidad de que todo se nos vaya convirtiendo en una postal rota.

Te invito lector apreciado a que pienses en tu vecindario de la infancia, en qué queda de él y sonrías por lo bonito que se vivió allí, que eso no nos lo pueden robar.

Un supermercado cualquiera en la Venezuela de hoy

PS: También te puede interesar este post sobre las casas de la infancia -> Fachadas

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A lo mejor no hay un después

In memoriam a W.R.H

Briamel González Zambrano

Hace una semana murió un querido amigo a causa del Covid-19 en Venezuela. Solo pasaron cinco días entre que se sintió mal y el día de su fallecimiento. A sus afectos la noticia nos atravesó como un explosivo a un cristal. Por lo rápido, por lo increíble que resulta que le ocurriera algo así a alguien tan joven, con tantos planes. A pesar de que le ha pasado a más de dos millones de personas en el mundo y lo he visto en el telediario, si te pasa tan cerca te parece inverosímil.

Como es natural, en estos siete días he pensado mucho. He repasado los momentos vividos en grupo. He visto fotografías. He hablado con amigos en común. Entre sollozos, audios de Whatsapp a deshoras y llanto ha habido un mensaje persistente: “No dejemos las cosas para después”.  Porque claro, hay quien deja para luego los mensajes, las llamadas, los correos electrónicos, los detalles. El tiempo apremia. No llegamos a todo y pasan cosas como esta. El virus mata a alguien en un pestañear y te quedas con los mails en la bandeja de borradores, con el tarugo en la garganta pensando que no encontraste el momento tan siquiera para preguntar qué tal iban las cosas.

A mi amigo le encantaba este blog. Siempre me decía que leerlo era como sentarse a tomar un café conmigo, que era como escucharme y que no importaba cuánto tiempo tuviéramos sin vernos. Si leía un post, sentía que habíamos conversado. Revisaba todas las entradas y me las comentaba. Yo me sentía halagada y contenta con esas conversaciones. A veces solo me daba tiempo de responderle: “Gracias por leer, gordo querido”. Ahora mismo me regocija pensar mucho en esas charlas y en lo que nos reíamos.

A ti,lector invisible,te invito a que revises si tienes mensajes en la bandeja de borradores, si tienes algo que decir a alguien querido o si tienes esa llamada pendiente. No te pido que te vuelvas una bola efervescente de amor, sino que saldes tus comunicaciones afectivas, que digas los te quiero que te quedan, los abrazos (virtuales, ya lo sé) y los cómo estás. La pandemia nos ha demostrado que a veces no hay un después y que la onda expansiva del explosivo te puede alcanzar a ti.

Entrevistas, España, Migrantes

Máximo Peña: “Ser papá implica haber vuelto a nacer”

El psicólogo y periodista venezolano lleva dos décadas viviendo en Madrid y nos cuenta su recorrido como migrante y como padre. El autor del blog www.psicologiaparatodos.org invita a los hombres a abrirse a la experiencia de la paternidad.

Maximo Peña y su hija Maya hace unos años

Briamel González Zambrano

Máximo Peña (Caracas, 1970) era reportero de la sección de política del diario El Nacional cuando a finales de 1998 decidió que se quería ir de Venezuela para ver mundo y conocer otros lugares. Así que dejó todo y el 15 de enero de 1999 aterrizó en Londres con la excusa de aprender inglés, y además de estudiar el idioma se dedicó a viajar por Europa. Sus amigos le desaconsejaron que se fuera de su país porque consideraban que venían cambios importantes debido a que acababa de ganar las elecciones el teniente coronel Hugo Chávez, alguien a quien Peña conocía por su trabajo.

“Al salir de la cárcel, Chávez era lo que en el argot periodístico denominamos un galápago. Un tipo que llegaba a deshoras a la redacción para que lo entrevistaran, aunque él no tuviera nada nuevo que decir. Nadie en el periódico quería hablar con él porque les dada fastidio, pero como yo era el nuevo, me lo pasaban para que lo atendiera. Con el tiempo, él me propuso que me fuera a trabajar a su lado para gestionarle la prensa. Le dije que no, pero que le podía sugerir a algún compañero que le ayudara en la relación con los medios. Entonces me comentó que no le interesaba si la persona sabía o no de comunicación, que lo importante era que estuviera comprometida con su causa. Eso ya me dio indicios de cómo sería si llegaba a tener algún tipo de poder o gobernar”, recuerda Peña mientras hablamos por videollamada.

De manera que las ganas de viajar salvaron al entonces reportero de ver en directo parte de la destrucción de Venezuela. Al irse en 1999 solo ha sido testigo del desastre político, económico y social a través de sus familiares, sus amigos y de los titulares. Ha sufrido la pérdida del país de una manera diferente. “La migración te deja sin tu contexto habitual y eso es un cambio tremendo. Te abre heridas. A los venezolanos se nos añade (así como a los sirios, por ejemplo) que nos quitaron un lugar a donde volver. Tengo amigos mexicanos, colombianos, argentinos que regresaron a sus países cuando la crisis financiera de España en 2008. Yo no tenía un sitio a donde retornar”, comenta Peña con un tono rotundo.

En el año 2000 llegó a Madrid e inició la vida en pareja con María Jesús Montes (“Chus”), quien fue su compañera en el periódico. Al llegar a España pensó que sería fácil ejercer el periodismo. Aplicó para hacer un máster en el diario El País y quedó seleccionado, pero no becado, de manera que no pudo acceder al curso y decidió buscar empleo en lo que consiguiera. Trabajó como figurante en series de televisión y en películas, fue teleoperador, buzonero, ayudante de escultor, camarero y hasta estuvo atendiendo en una churrería en la Feria del Libro de Madrid, donde le sirvió churros al propio Mario Vargas Llosa. Está convencido de que haber tenido este tipo de ocupaciones lo hicieron crecer como persona, ganar habilidades, destrezas, apertura mental y además nunca más ha tratado mal a nadie que esté en atención al público.

Estuvo dos años como migrante sin papeles hasta que en 2002 regularizó su situación legal y desde el año 2006 cuenta con la nacionalidad española. Lo de trabajar en periodismo lo dejó de lado en parte por la falta de oportunidades, pero también porque, según comenta Peña, no se subió al tren de la modernización y tecnología que ha acompañado a los medios de comunicación en las últimas dos décadas. “Yo escribí noticias en máquinas de escribir. Luego pasé a los ordenadores, pero nunca trabajé en redacciones digitales, ni integradas, ni con redes sociales. De alguna manera me quedé de lado en ese sentido y eso es una desventaja, pero no me quejo”, dice Máximo.

.-¿Qué te llevó a estudiar Psicología?

.-Siempre tuve intereses más allá del periodismo. De hecho, estudié Filosofía al mismo tiempo en la Universidad Central de Venezuela, pero no terminé. En el año 2004 tuve una crisis personal profunda debida a la migración, por todos los cambios que produjo en mí y todo lo que me hizo revisar. A partir de ese momento, no paré de leer temas relacionados con la psique y ya en 2010 empecé formalmente a estudiar la carrera de Psicología en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que es muy exigente. Además yo trabajaba, estudiaba y en el camino me convertí en padre también.

.- En tu blog www.psicologiaparatodos.org hablas de apoyo a migrantes, de la paternidad y de asesoría a padres, además de otros temas. Quisiera centrarme en estos dos. Primero, ¿los migrantes qué apoyo te suelen pedir?

.-Estoy muy orgulloso del blog y allí fusiono mis dos oficios, el de periodista y el de psicólogo.Veo el blog como si fuera la sección de Psicología de un periódico. Como he dicho antes, la migración te cambia el contexto, tus referentes se diluyen y es imposible que migres y sigas siendo la misma persona que eras antes de salir de tu país. Cambia tu forma de pensar en un montón de cosas. De manera que con mis pacientes migrantes hablo de cómo encajar ese cambio enorme que implica trasladarse a otro país, donde no tienes familia, donde nadie te conoce, donde no sabes cómo se hacen las cosas, ni a dónde acudir en determinadas situaciones. Trabajamos las formas y las herramientas para afrontar ese reto. También trato a niños y adolescentes hijos de padres migrantes. Estos pacientes suelen presentar problemas conductuales debido a que los progenitores hacen lo mejor que pueden, pero muchos no tienen tiempo físico para compartir con los niños porque tienen que buscarse la vida, trabajar muchas horas para mantener a la familia. Esto hace que los pequeños pasen gran parte del día solos, jugando a la consola, con pantallas o viendo tele, y luego presentan problemas de adaptación y en el colegio.

Recibo además a parejas de padres primerizos, por ejemplo, porque suelen tener crisis por la transformación que implica la crianza y tener un bebé en tu casa, donde antes han vivido solo dos. Se transforma la sexualidad, la mujer en el puerperio atraviesa muchos procesos, las prioridades son otras y aparecen conflictos. De hecho, la tasa de divorcio se incrementa 30% en esa etapa.

Máximo y su hija Maya disfrutando de un paseo por la playa.

.-Hablando de la paternidad. ¿Cómo hacen los padres tan formados e informados como tú para estar al día de los temas relacionados con crianza e hijos? ¿Cuáles son las fuentes?

.-El camino de ser un padre consciente empieza en el momento en el que quieres serlo. Es decir, cuando yo tenía como 30 o 35 años pensaba que ser padre era lo peor que me podía pasar. Me parecía que esa pequeña persona me venía a robar mi vida, mi libertad, mis ganas de hacer cosas. Son etapas de la vida donde uno suele ser muy egoísta. La realidad es que la paternidad no te quita nada. Por el contrario, tu “yo” se duplica. Para mí, ser papá implica haber vuelto a nacer. Hay una parte de mí que ahora mismo está en el colegio mientras tú y yo hablamos. He aprendido de nuevo lo que implica montar bicicleta, leer cuentos infantiles, a descubrir la naturaleza y sus fenómenos y disfrutar de todo lo que le asombra a mi hija a diario. He aprendido también que ser padre es ser vulnerable porque estás siempre pendiente de esa persona y de su bienestar.

Con respecto a cómo me informo, pues todo empezó durante el embarazo cuando mi mujer se acercó a la asociación El Parto es Nuestro. Se enteró de muchas cosas y yo me involucré en ese proceso. Ella y yo quisimos un parto seguro, planificado y controlado en casa, atendido por una matrona profesional. Eso implica informarse muchísimo con profesionales, a través de asociaciones, con libros, hablando con otros padres.Mi hija Maya nació en nuestro hogar hace casi ocho años. Haber sido testigo de eso fue una experiencia transformadora, algo inexplicable. (Suspira. Se emociona).

A partir de ahí todo ha sido formarme. Siempre de la mano de mi pareja, que ha estudiado y estudia muchísimo para ejercer su maternidad. Me apasionó tanto el tema que mi tesis de grado de psicología trató sobre los cambios en el cerebro de una mujer que da a luz de forma natural y de una mujer que tiene a su bebé por cesárea. Doy charlas además sobre el parto respetado, sobre paternidad y soy miembro de la Asociación Española de Psicología Perinatal y del Instituto Europeo de Salud Perinatal.

.- ¿Qué diferencias ves entre la paternidad que le tocó a nuestros padres y la de la actualidad?

.- Hasta hace muy poco conocimos dos modelos principales de padres: el ausente y el proveedor. El segundo tipo era un papá que trabajaba para obtener el sustento de la familia y que jugaba cuando podía con sus hijos, se lo pasaba bien con ellos cuando tenía tiempo y daba los permisos más importantes para actividades fuera del hogar. Ahora hay una oportunidad tremenda y maravillosa de ampliar la paternidad, de ser un padre que les prepara las comidas, que sabe cuándo le tocan las vacunas a su hijo, cómo se llama el pediatra, qué color le gusta, qué libros lee, qué dibujos quiere ver en la tele, qué deberes tiene que hacer para el cole, en qué curso está, etcétera. No digo que no existieran padres así antes, pero eran muy escasos y nada visibles. Ahora está la posibilidad de implicación mucho mayor en los cuidados, no es que seas una ayuda a la madre, es que es tu derecho y tu deber estar involucrado en todo lo concerniente a tus criaturas. El proceso de crianza es extraordinario porque vuelves a tu infancia, revisitas la relación con tus padres y además generas la ocasión de cortar la cadena de transmisión de traumas.

.-¿Qué quieres decir con esto último?

.-Que si por ejemplo una persona es tímida porque en su casa le mandaban a callar y eso lo convirtió en alguien apocado, eso no tiene que repetirse con tu bebé si no quieres. Si recibías malos tratos, no los tienes que hacer con tu hijo. La crianza es el momento para cambiar esos patrones, para intentar hacerlo mejor y también para repetir aquello que consideramos que nuestros padres han hecho genial.

.-¿Qué consejo darías a unos padres que migran en este momento de la pandemia?

.-La pandemia lo complejiza un poco todo, pero el consejo es que se abran a la experiencia de la paternidad. Que formen tribu con los padres de la guardería o del colegio. Yo siento que me he integrado muchísimo más en España desde que Maya nació. Eso es porque estás en el colegio conociendo a padres que se convierten en amigos, en las personas que a lo mejor la buscan si yo tengo un paciente y no me da tiempo de llegar. La paternidad te ayuda en la integración enormemente. Por ejemplo, llevar a la niña al médico te hace comprender mejor el sistema sanitario, o de qué se habla en la sala de espera, qué dudas tienen otros. A eso me refiero con que esos padres migrantes se involucren y cuanto más lo hagan, más sus hijos y su familia estará integrada en el nuevo país al que llegan.

Como psicólogo, Máximo Peña atiende a migrantes, padres, parejas, adolescentes. Toda la información está en su blog http://www.psicologiaparatodos.org

Migrantes

Amar de lejos

Briamel González Zambrano

Los migrantes aprendemos muchas habilidades en nuestra andadura en el nuevo país. Descubrimos herramientas en nuestro haber. Nos derrumbamos. Nos levantamos. Nos reinventamos. Hay un día en que despertamos por la mañana, vemos para atrás y decimos: “Fui capaz de hacer todo esto. Tener varios trabajos a la vez,  vivir con poquísimo dinero, aguantar a un jefe horrendo, soportar un frío o un calor extremo, salir con un tipo nefasto, conocer luego al amor de mi vida. Lo he conseguido, he podido y sigo en pie”. Entonces sientes que has corrido una maratón con la potencia de una keniata.

Una de esas herramientas que desarrollas durante este viaje es la de querer desde lejos. Porque claro, el amor no se esfuma cuando te vas de tu tierra. Ya lo dije en cinco cosas que aprendes al migrar. Los venezolanos tenemos a los afectos regados por todo el mundo. No exageramos cuando decimos “todo-el-mundo”. Tengo amigos o familiares en Nueva Zelanda, Japón, China, Sudáfrica, toda Europa y en todos los países del continente americano desde Canadá hasta Argentina. De manera que en los contactos de nuestros móviles puede haber más de treinta prefijos telefónicos distintos, empezando por nuestro querido 0058.

¿Y cómo cultivamos el amor desde lejos? Hay tecnología de sobra para hacerlo, pero hay que ponerle afecto. Las redes sociales nos permiten ver crecer a los hijos de los amigos, o notar cómo envejecen los padres o cómo crece la familia. Está claro que eso hace que sean pequeñitas las cordilleras, océanos, lagos, bosques y ríos que nos separan. Nos sentimos cerca.

Los migrantes ya sabíamos querer en la distancia antes de la pandemia. Llevábamos esta ventaja. Sabemos lo que significa pasar meses sin ver a los tuyos y mantenerlos igualmente informados de tu vida y de tus proyectos. Esto permite que el cariño siga intacto a pesar de la lejanía.

En este tiempo de Covid19  nos han faltado abrazos, los abrazos de verdad, que es mucho decir. Sin embargo, quien ha querido ha tenido risas compartidas en pantallas, serenatas, chistes, cumpleaños, brindis, cenas e incluso pudo ir a eventos y cursos. Yo, por ejemplo, aprendí a hacer pan de jamón en una videollamada.  Hace unos días asistí al cumpleaños número 50 de una gran amiga. Fue por Zoom. Con todas regadas por el mundo y bailando un feliz ritmo africano que nos mandó la cumpleañera. Nos reímos tanto, nos divertimos tanto recordando tiempos pasados y la fuerza de la amistad que fue una inyección de  alegría y energía para el resto de la semana.

El summum del amor de lejos es que estuve embarazada entre enero y octubre de 2020. De manera que mi estado de gravidez  lo anuncié por la cámara de mi móvil y casi nadie me vio la tripa.  Mi bebé nació durante la pandemia, así que la mayoría de la gente lo ha conocido por vídeo. Ha sido muy emocionante para nosotros presentarlo así a sus familiares, a nuestros amigos y ver cómo todos lo van queriendo también de lejos. El amor  y sus formas no paran de enseñarnos.

Entrevistas

Asuntos de Mujeres: Cuatro años de un hermoso desastre

La revista digital dirigida al público femenino y creada por las periodistas venezolanas Maricarmen Cervelli Navarro y Patricia Rosas Godoy llega a su cuarto aniversario ampliando las plataformas en las que publican sus contenidos. Ahora tienen podcast, canal de Youtube, talleres, boletín semanal, libros y asesorías editoriales.

Briamel González Zambrano

En la página web asuntosdemujeres.com hablan de la maternidad y de la ausencia de ella, de las relaciones amorosas, feminismo, las relaciones familiares, moda, psicología, violencia de género y hasta del aborto. La variedad de temas, posturas y colaboradoras  ha convertido a esta plataforma digital en un espacio amplio donde las féminas encuentran un oasis con contenido de su interés.

Las creadoras del portal son Maricarmen Cervelli Navarro y Patricia Rosas Godoy, dos periodistas que se conocieron a principios de siglo mientras hacían radio en el circuito FM Center de su natal Caracas. Allí empezó una amistad a prueba de actualidad informativa, crisis personales y la migración de ambas. Cervelli se fue hace diez años a vivir a Panamá y luego de ahí se mudó a Bogotá. En la actualidad vive en Medellín, mientras que Rosas reside en Madrid desde el año 2012.

En Asuntos de Mujeres he escrito de mi infancia, mi adolescencia, mi familia y hasta del duelo por la muerte de mi padre. Vi la plataforma nacer en 2016 y las cito para hacer esta entrevista por videollamada por el aniversario. Acceden encantadas. La conexión nos falla por momentos. A veces hablamos las tres a la vez, las historias salen a borbotones y las risas también.

.-¿Cómo surgió la idea de Asuntos de Mujeres?

Maricarmen Cervelli: Cuando nació mi hija Emilia hace seis años tuve una depresión postparto severa. Estaba muy mal y hablaba mucho con Patricia en la distancia. Le decía que a nadie le había pasado eso. Que en internet aparecían los síntomas, los tratamientos, toda la parte clínica, pero no había ni un solo testimonio, ni historias de mujeres reales que hablaran de este tema, que contaran su caso. Yo decía: “esto solo lo tengo yo”.

Patricia Rosas: Yo la intentaba convencer de que no era la única mujer en la tierra con depresión postparto. Un día le dije que escribiera lo que estaba pasando, que hiciera un blog o algo como método terapéutico. Pensando en eso fue que nos dijimos que era mucho mejor crear una página web con temas femeninos y no limitarlo a la maternidad. Entre otras cosas porque yo no soy madre y no tendría mucho que aportar. Estamos hablando además de que empezamos esto en un momento anterior al “Me Too”-

.-Maricarmen Cervelli: Fue muy bonito ese comienzo porque la web salió en agosto de 2016 y tan solo dos meses después, en octubre, obtuvimos el tercer lugar como “Emprendimiento Digital Periodístico” en los premios de la Fundación García Márquez que se celebran en Medellín. Estuve rodeada de colegas, hablando de nuestro proyecto y generó mucho interés. Entonces me dije que estoy iba a funcionar. Nos motivó mucho.

.-¿Y cómo ha sido el camino de estos cuatro años?

MC: (suspira). Difícil, retador. Nosotras venimos de trabajar siempre en medios tradicionales y todo ha cambiado mucho desde que empezamos en periodismo. Entender eso lleva su tiempo. Yo quería escribir como un ejercicio terapéutico y nos salió esta idea que nos ha traído muchas satisfacciones.

PR: Ha sido una montaña rusa.Hemos pasado por diferentes etapas. Ahora mismo estamos en una de mucho crecimiento con el podscast, libros, asesorías, talleres, los directos de Instagram, Youtube. Para llegar a todo esto hemos ido aprendiendo, consultando a la comunidad, cometiendo errores y teniendo aciertos. Al principio fuimos estructurando todo. Nos trazamos una base para que los temas fueran: maternidad, violencia de género, salud mental, bienestar y feminismo. Al principio, cualquier cosa que publicáramos de feminismo no funcionaba para nada. No tenía lecturas, se quedaba frío. Entonces pensamos cómo darle la vuelta para que la audiencia conectara con el tema. Empezamos a hablar más del empoderamiento femenino, de la sororidad, de la empatía y de historias personales. Así fue mejorando el impacto del tema y finalmente creció mucho cuando estalló el “Me Too”.

Asuntos de Mujeres surgió a raíz de la depresión postparto que padeció Maricarmen Cervelli

.-Hablando de feminismo como tema transversal de la web y viendo que no funcionaba en el inicio. ¿No les parece que el movimiento tiene muy mala prensa y es una de las razones por las que miles de mujeres no se identifiquen como feministas e incluso les produzca rechazo?

 MC: Hay una mezcla de varias cosas. Desde luego que muchos matices entre las representantes del feminismo y cada corriente tienes sus formas. Es por eso por lo que ahora se habla de “los feminismos”. La realidad es que somos diferentes a los hombres. Biológicamente lo somos y es un hecho: desde la maternidad, el parto, el embarazo o nuestros cuerpos. Esto no quiere decir ni mucho menos que los vamos a odiar, de hecho, son bienvenidos en nuestra comunidad.

Lo que cuestiona el feminismo es el sistema. Es cómo se beneficia al hombre por el solo hecho de serlo en temas laborales, en la gestión de los cuidados, en el hogar o en determinados entornos. Eso es lo que el feminismo revisa permanentemente e invita a que la gente se plantee, por ejemplo, si es un justo que a un hombre le paguen más que a una mujer cuando ambos hacen exactamente el mismo trabajo.

PR: Es verdad que hay feministas que ves en los medios y a lo mejor no te sientes nada identificada, pero está en ti generar tu propio criterio, averiguar, leer. El contenido está a mano de cualquiera. No puedes soltar la frase: “No soy ni machista ni feminista” como si estuvieran al mismo nivel ambas cosas, cuando no tienen nada que ver. Por eso invitamos a la gente a que lea sobre el feminismo, porque ser feminista no necesariamente quiere decir no depilarte, o no maquillarte, o protestar con los pechos al aire o hablar con odio de los hombres. El feminismo siempre apuesta analizar las implicaciones en cómo ves el sistema y cómo quieres cambiar las cosas para mejorarlo y eliminar la discriminación a las mujeres.

.-Hay también quien dice que es una movimiento secuestrado por la ideología de izquierda…

MC: Es un hecho que el feminismo nació como un movimiento social, pero a estas alturas no se puede catalogar de izquierda o de derecha. Nosotras no somos de izquierda y somos feministas. Rechazar un movimiento solo por ese origen no tiene sentido, porque lo que persigue en realidad es una mejor vida para las mujeres en muchos ámbitos, ampliación de sus derechos y libertades. No te puedes frenar por ese prurito de “eso es de izquierdas”.

Patricia Rosas Godoy reside en Madrid desde 2012

.-¿Qué le dirían a esas mujeres que piensan que el feminismo les arruinó los planes? Es decir, a esa mujer que dice: “A mí sí me gusta que el hombre con el que salgo pague todo” o “Yo sí quiero ser ama de casa. Que el hombre sea el proveedor, me mantenga y yo quedarme en mi casa criando a los niños”.

MC: (Risas). Le decimos que ese es su derecho y que puede ser perfectamente feminista porque para eso está el movimiento, sobre todo para respetar la decisión que tome cada mujer con lo que quiera hacer con su vida, siempre que esto no ponga en juego su libertad de elección y su bienestar. Si ella quiere criar a los niños y que él trabaje, es decir, el modelo tradicional de familia, ¿por qué no?, pero que sea su elección, no una imposición que se acepta sin ser cuestionada.

PR:  Por ejemplo, yo tampoco veo mal que si estás saliendo con alguien sea él quien pague. Si él quiere hacerlo y tú estás de acuerdo y no te incomoda, pues adelante. O si él tiene mejor situación económica y tú no puedes asumir ciertos gastos, también se entiende. Lo que no hay que hacer es dar todo por sentado, no se puede asumir que sí o sí, él paga, él decide el plan, la película que van a ver, todo eso sin consultarte. El feminismo lo que te viene a decir es: “Oye, tienes la posibilidad de elegir, de proponer y de hacerlo como quieras”.

.-¿Qué tal llevan que amigos o algunos hombres de la familia compartan mensajes o contenidos machistas o que denigran a la mujer? ¿Cómo se educa a los hombres en feminismo?

MC: Hay amigos con los que directamente no toco el tema, para no pelearnos. Lo único es que no permito que me envíen memes, ni chistes, ni audios de este tipo. Esos que estereotipan a la mujer como la cuaima, la tóxica, la castradora. Tampoco nada que se burle de los homosexuales. Les digo que no me envíen ese material. Yo tengo mis límites. Una cosa es no querer pelear y otra, tolerar esos vicios.

Con los hombres que están más abiertos a hablar del tema aplico la pedagogía no violenta. Les pido que hagan ejercicios de empatizar con la mujer. Siempre funciona mejor eso.

.-¿Cuáles son los temas más polémicos que trata Asuntos de Mujeres?

MC: La violencia de género, la maternidad real y el aborto. Sabemos que si publicamos algo de estos tres alguien nos va a caer encima siempre, pero consideramos que son temas que nos atañen, que preocupan a la mujer.

Los casos de violencia de género contados en primera persona generan mucha empatía. Las mujeres que se atreven a decir que ser mamá es un reto muy difícil son cuestionadas por las mismas mujeres, pero generan un debate interesante, diverso. Al igual que aquellas que dicen que no quieren ser madres. Es lo que rico del universo femenino, hay mucho por seguir hablando entre nosotras y con los hombres también.

PR: Cuando hablamos del aborto, por ejemplo, nos han dicho de todo en redes sociales. Sin embargo, creemos que es muy importante ponerlo sobre la mesa porque son temas tabú en muchas sociedades.

.-¿Qué es lo peor que les han dicho?

MC: Feminazis o que saben que tengo una hija, que la cuide. Eso me asustó mucho y lo denunciamos.

PR: Cuando hacemos transmisiones en vivo en Instagram hay unas cuentas anónimas que empiezan con comentarios como: “Me las quiero coger”, “Me las voy a coger”. Yo los bloqueo y a los diez segundos aparece otra con el mismo tipo de mensajes. Es muy desagradable. Hemos parado un poco de hacer “lives” por eso.

.-¿Y lo mejor que les han dicho?

MC: Darnos las gracias por dar visibilidad al maltrato psicológico, por ejemplo. Hay quien cree que solo los golpes de tu pareja hacen daño, pero hay sujetos que no le ponen un dedo encima y, sin embargo, le están diciendo a su pareja que no sirve, que no vale, no es importante. Eso es maltrato. Nos han agradecido profundamente que publiquemos sobre este tema.

PR: También nos han dicho que por leer algo en Asuntos de Mujeres se animaron a contar su historia a sus familiares. Ya sea de maltrato, de abuso o de acoso escolar. Historias personales que tenían guardadas y exponen gracias a que nosotras lo contamos en la revista.

Asunto de Mujeres como marca

.-Después de cuatro años, ¿Asuntos de Mujeres es rentable como modelo de negocio? ¿Pueden vivir de esto?

MC: Todo el negocio publicitario en medios ha cambiado enormemente y también los hábitos de consumo. Al principio ofrecíamos banners y publicidad tradicional a los clientes, pero te das cuenta de que con eso no lo puedes mantener.

PR: Asuntos de mujeres siempre ha sido autosostenible, es decir, los ingresos que conseguimos permiten pagar el hosting de la web y los servicios de personas free lance que nos ayudan con el diseño y el montaje. Nunca tenemos números ojos.

Respondiendo a tu pregunta, aún no podemos vivir de la revista, pero estamos más cerca. Ahora ofrecemos publirreportajes, asesorías de escritura y proyectos editoriales, tenemos el podcast con una parte de pago en la plataforma Patreon, talleres y hasta enviamos una newsletter semanal informando a nuestra comunidad de todas las actividades. También hay que tener en cuenta que es una revista hispanoamericana. Los mercados funcionan de forma diferente en España y en los países de América Latina.

.-Hay que tener mucha voluntad para hacer todo este trabajo sin que genere un ingreso. ¿Cómo les han compensado estos años?

MC: Nos ha dado mucho a nivel profesional. Hemos superado nuestras expectativas en ese sentido. Ver a una comunidad de colaboradoras y seguidoras comprometidas con el proyecto, que nos mandan temas, que nos exponen casos, eso nos motiva mucho a seguir adelante. Además nos ha ahorrado mucho dinero en terapia (risas).

 Yo lloraba al principio porque me decía que me había convertido en una periodista de autoayuda, dando consejos a mujeres y no haciendo grandes denuncias e investigaciones que pudieran tumbar a un gobierno, por ejemplo. Hasta que un día colgué el ego de periodista y me dije que lo que hago tiene un fin maravilloso y que se puede palpar en las historias de las mujeres.

PR: No somos las mismas emocionalmente. Somos mejores. Lo digo en el sentido de la evolución personal. En las capacidades que hemos desarrollado para empatizar con personas que no se parecen en nada a nosotras, que no piensan como nosotras, que tienen orígenes distintos. Eso es crecer también.

En todos los talleres a los que asistimos, decimos que está muy bien ayudar, pero que tenemos que comer y por eso la apuesta fuerte a la rentabilización del proyecto este último año.

Las dos coincidimos en que Asuntos de Mujeres nos ha dado una segunda universidad de periodismo.

.-¿En medio de todo esos altos y bajos no han querido renunciar?

Ambas: Síii  (al unísono).

MC: Claro, y nos hemos peleado. Hasta que un día nos dijimos que si esto ponía en peligro nuestra amistad, era mejor dejar el proyecto que dejar de ser amigas. Así que nunca más hemos peleado.

PR: Hemos aprendido como socias que somos compañeras de camino (en diferente huso horario, por cierto jaja), pero anteponemos la amistad por encima del proyecto.

Coordenadas de Asuntos de Mujeres:

Web: www.asuntosdemujeres.com

Instagram: www.instagram.com/asuntosdemujeres

Twitter: www.twitter.com/asuntosdemujeres

Facebook: www.facebook.com/asuntosdemujeres

Algunos de mis textos en Asuntos de Mujeres:

Escribo en Asuntos de Mujeres sobre temas como mi infancia, mi familia y las relaciones amorosas

Cumplido a los hombres tímidos: https://asuntosdemujeres.com/quiero-hacerle-un-cumplido-a-los-hombres-timidos/

Las mamás son máxima defensa: https://asuntosdemujeres.com/las-mamas-son-maxima-defensa/

Mis canciones prohibidas https://asuntosdemujeres.com/mis-canciones-prohibidas/

Es que tú no lo cuidas: https://asuntosdemujeres.com/cuanto-tu-mama-te-dice-es-que-tu-no-lo-cuidas/

Entrevistas, España

Madrid Seduce: La plataforma digital que se expande bajo la dirección de una venezolana

La web  www.madridseduce.com cumple seis años no solo brindando opciones de cómo disfrutar de la capital española a través de los cinco sentidos, sino también con planes de crecimiento hacia otras urbes y diferentes maneras de llegar a su comunidad de seguidores. Su creadora, Patsy Montiel Moronta, nos cuenta toda la evolución del proyecto.

Briamel González Zambrano

Patsy Montiel explora los planes de ocio en Madrid y los cuenta en su plataforma.

La Puerta del Sol, Cibeles, Neptuno, Atocha, Barajas, El Paseo del Prado, El Paseo de La Castellana, Chamberí, Malasaña, Lavapiés, Chueca. Todos estos sitios le suenan a los madrileños y residentes de Madrid. Son postales y pinturas que se encuentran marcadas en los mapas para los turistas. La caraqueña Patsy Montiel Moronta se propuso ampliar la mirada más allá de lo conocido y contar las experiencias y opciones de entretenimiento (gastronómico, musical, y de tendencias culturales) que ofrece la urbe a través de su proyecto digital Madrid Seduce, que cuenta con página web, Instagram, Twitter y Facebook.

La plataforma cumplió su sexto aniversario a principios de agosto. Aún en medio de la pandemia y sus restricciones, Montiel no ha dejado de trabajar, pensar ideas de expansión y mejoras para que Madrid Seduce continúe creciendo y cautivando a su comunidad de seguidores. La entrevisto (a través de videollamada) para hablar de estos temas y también de su historia como inmigrante, ya que el año que viene cumplirá veinte años viviendo en España.

En mayo de 2014 la entrevisté para el diario TalCual. Faltaban poco más dos meses para el lanzamiento de Madrid Seduce. El titular fue: “Una caraqueña convierte a Madrid en su marca personal”. ¿Seis años después podríamos mantenerlo? ¿Cuál es el balance?

.-¡Uff! Podríamos mantener ese titular y llenarlo con muchas experiencias lindas que han pasado en estos seis años. Podríamos revalorizarlo, diciendo el recorrido que hemos hecho. Por ejemplo, ahora yo soy más protagonista, más visible. Al principio, quise que siempre fuese solo Madrid la que quedara plasmada en todos los contenidos, que esa fuera la marca. Sin embargo, con el aprendizaje y siempre a través de lo que te dice la audiencia, me di cuenta de que era necesario humanizar todo, eso fideliza mucho más al público.

Mucha gente pensaba al principio que Madrid Seduce era un equipo de muchas personas y, en realidad, era yo sola. La comunidad pedía saber quién estaba detrás. Empecé a hacer publicaciones esporádicas donde aparecía una foto mía, o con mi voz, y tenía mucho éxito. Sobre todo, porque la gente necesita poner una cara, saber quién está a cargo. Así que ahora se me ve mucho más. Cuando empecé no había stories, ni lives, ni reels. Todo eso fue apareciendo y uno como creador de contenido también se va adaptando a lo que es más útil para divulgar tu trabajo.

.- ¿Qué aprendizaje ha adquirido estos años para potenciar Madrid Seduce?

.-Hay como dos ramas de aprendizajes: los técnicos y los humanos, por agruparlos de alguna manera. Los técnicos han sido todos aquellos relacionados con las redes sociales y su evolución, hay que estar actualizado con las tendencias, saber qué utilizar y qué no. Me refiero a los lives, las analíticas, las métricas, los nuevos formatos, la optimización de las campañas, etc.

En 2016 hice un máster de emprendimiento. Eso me abrió mucho la mente para entender que en mis manos no solo tengo una página web, ni un blog personal, sino que era mi emprendimiento, mi modus vivendi.  Ahí aprendí sobre líneas de negocio, cómo estructurar un proyecto, mejorar propuestas, consolidar las relaciones con los clientes, aprendí a mirar más con una visión empresarial. De allí nació el germen de mi otro proyecto que es G al punto, mi boutique de comunicación y redes sociales centrada en apoyar a emprendedores gastronómicos. 

También he aprendido a inspirarme en compañeros que lo hacen muy bien, a trabajar en equipo y acorde a estos tiempos, a aplicar lo que se llama I+D (investigación y desarrollo).

El aprendizaje humano también es muy grande. Cuando ofreces un producto que has creado de cero y lo das al público estás entregándole tu proyecto. Los comentarios de la gente, de los clientes, lo que te hace crecer y aprender de cómo mejorar y gestionar no solo contenidos, también emociones y sensaciones. Aprendí a delegar, porque ahora no estoy sola, tengo un equipo de colaboradores free lance a quienes coordino.

Patsy Montiel, creadora de Madrid Seduce
Patsy en el Parque del Buen Retiro. La venezolana cumplirá pronto veinte años viviendo en Madrid.

.-¿Cómo aplica el I+D en Madrid Seduce?

.-Aportando valor. Creando nuevas líneas de contenidos que sean muy marcadas, originales. He estado trabajando en ella antes y durante la pandemia. ¡Aquí te vienen las primicias! Viene la newsletter, un podcast itinerante que será audiovisual y en distintos lugares contando experiencias gastronómicas, y lúdicas en Madrid, además allí haremos lo que en publicidad llamamos product placement o emplazamiento publicitario. Tendremos una estrategia comercial más potente, reforzada. Esto del I+D no es otra cosa que reinventarse con aportaciones distintas.

Todos estos eran proyectos que yo tenía en mente antes de la pandemia y que esta crisis me hizo reflexionar en por qué los retrasé y en la necesidad de ponerlos en marcha.

Tengo además la idea de ofrecer formaciones online. Esto sí que ha nacido en el confinamiento porque he hecho muchos lives en Instagram en los que he contado mi historia como emprendedora, o cómo ha funcionado mi proyecto. Ha generado interés en personas que tienen planes de emprender. Entonces por ahí podría también transitar un camino hacia ser formadora.

Además, estamos apuntando a trabajar contenido de otras ciudades. Ya hemos abierto las cuentas de Barcelona Seduce, Castellón Seduce, Asturias Seduce y Galicia Seduce. Estos son planes en desarrollo y hasta aquí te puedo contar (risas).  

.-Con tantos blogs sobre Madrid a día de hoy ¿cuál es ese valor que aporta Madrid Seduce?

.-Creo que es el storytelling, es decir, cómo cuento la historia. Al final es mi mirada y siempre estoy buscando una narrativa distinta, disruptiva, fotografías diferentes, que el contenido seduzca a la comunidad. Te pongo un ejemplo, durante la pandemia escribimos textos sobre obras maestras que han nacido en cuarentenas históricas, o quince hitos históricos ocurridos en Madrid antes del Covid19 (tornado, Guerra Civil, atentados de ETA, incendios, crisis de 2008, atentados de Atocha, etc.). A esto me refiero con otra mirada, nadie más tocó estos temas y generaron mucho interés. Por eso insisto en aportar la diferencia. A lo mejor no publicamos con un volumen enorme, pero buscamos lo distinto que al público le engancha.

.-¿Cómo gestiona la agenda para cubrir los múltiples eventos que hay en la ciudad?

.-¡Madrid no para! Cuando empecé había muchos planes casi todos los jueves. Ahora puedo tener invitaciones de lunes a jueves. Los viernes por la tarde los reservo siempre para empezar a descansar, ponerme el pijamas, sofá y Netflix. Quienes trabajamos en esto vivimos al revés que los demás. Salimos de cena, copas, planes y diversión de lunes a jueves. El fin de semana queremos reposar un poco. 

De manera que lo que hago es filtrar mucho a dónde quiero ir, pienso si va a añadir algo a mi comunidad, si puede ser de su interés y si es más de lo mismo. Esos son mis criterios para filtrar. A veces me toca elegir entre dos opciones que ambas son buenas, pero son a la misma hora y el mismo día.

Patsy Montiel meses antes del lanzamiento de Madrid Seduce en 2014.

.-Ha mencionado varias veces el tema de la pandemia del Covid-19 ¿Cómo ha afectado a su sector?

.-Al principio con mucha incertidumbre y desasosiego. Sin saber si parar campañas que ya tenías pautadas o seguir adelante. Tengo clientes y amigos en el sector de la restauración, que se detuvo casi del todo durante el confinamiento de marzo y abril. Tuvimos que romper la planificación en el área digital. De manera que hubo mucho vértigo. Decidí apoyarlos, hablar de sus propuestas de entrega a domicilio que se consolidaron mucho y sirvieron de plataforma para sus negocios.

Ha sido un tiempo para reflexionar. Aunque la palabra esté muy manida, hemos estado en constante reinvención de cómo hacer para ayudar a nuestros clientes y marcas aliadas. Participar en los lives que te mencionaba me permitieron tener una conexión directa con la audiencia y que me hicieran muchas consultas y aportaciones también de cómo afrontar este tiempo tan convulso.

Ahora mismo, seguimos con la pandemia en pleno desarrollo, con parte del ocio nocturno cerrado, con escenarios inciertos, pero siempre con la mirada en cómo salir adelante y cómo aportar desde mi plataforma para que, tanto la audiencia como los clientes, saquen las mejores experiencias del Madrid que tenemos hoy.

Por cierto, un proyecto que nació muy poco antes de la pandemia fue “Venezuela en 360º”, que consiste en unirnos tres emprendedores digitales venezolanos para apoyar a los hosteleros paisanos nuestros. Grabamos los piloto días antes de que decretaran el estado de alarma y ahora ya vamos retomando con más clientes.

.-¿En qué consiste Venezuela en 360º? ¿Quiénes son sus compañeros?

.-Somos tres venezolanos con tres plataformas muy diferenciadas. Axa Milá de La Roca, que es La Gastronófila, habla desde el punto de vista de la inmersión en la cocina. Alfonzo Iannucci, que con Diáspora Venezolana se ha dedicado a entrevistar a venezolanos en toda España y en distintos países para que cuenten su historia migrante. Yo, desde Madrid Seduce, quiero contar qué están aportando los emprendedores gastronómicos venezolanos a la ciudad.

Nos juntamos los tres. Visitamos un restaurante y cada uno graba su vídeo desde estas tres perspectivas distintas.  Nos ha parecido un concepto muy chulo y diferenciador. Se detuvo por la pandemia, pero hay mucho interés y en los próximos meses estaremos trabajando en ello. Será una bonita manera de mostrar todo lo que está pasando en las cocinas y restaurantes de venezolanos. Es impresionante la cantidad que hay y queremos mostrarlos a nuestras comunidades digitales.

Este proyecto también me parece que es una manera de construir país estando fuera, de apoyar a los emprendedores. Madrid Seduce no es una plataforma dirigida para venezolanos sino para todo el que le guste la ciudad o la quiera visitar. Ahora bien, si ahora somos tantos venezolanos aquí por qué no contarlo y hablar de lo que traen para ofrecer.

.- Ahora hablemos de su experiencia migratoria. Se vino de Caracas a Madrid en el año 2001 con una beca para un máster. En pocos meses cumplirá 20 años viviendo en España. ¿Cuál es el balance de casi dos décadas?

.- Ha sido un camino de curvas, subidas, bajadas, frenazos, pero siempre aprendiendo un montón. Sigo maravillándome con este país. Con sus paisajes, los que conozco y los que me faltan. También con su gente. Diecinueve años después me siento integrada y muy agradecida. Ahora tengo como lo mejor de mis dos países. De cuatro años para acá se ha venido mucha gente querida, amigos de la universidad, del colegio, de mi vecindario. De manera que hay días en que me siento en la Caracas de los años noventa con la seguridad del Madrid de 2020.

¿Por qué de los noventa?

Porque fue la época en la que me formé, fui a la universidad, me hice adulta, hice amistades que aún conservo. Aquel tiempo no es que el país era fantástico, había problemas, pero era vivible. Había movida nocturna y cultural muy interesante, se podían hacer cosas que hoy son impensables. Entonces tener a esos amigos aquí y hacer planes en Madrid es lo que te digo: lo mejor de mis dos países. Mi resumen de estos diecinueve años es la palabra alquimia. Se han unido diferentes elementos para hacer una mejor Patsy.

.-¿Qué consejo le da a los venezolanos que llevan poco tiempo viviendo aquí o que migrarán en breve?

.-Que sean una página en blanco. No hay que dar nada por hecho. Puedes ser en Venezuela una eminencia en tu área, pero aquí la gente no sabe eso. Mi consejo es llenarse de humildad y abrirse al aprendizaje que implica migrar. Debe pensar en el valor de lo que sabe hacer y cómo eso puede aportar algo en el sitio al que llega. También debe barajar la posibilidad de cambiar de rama, pensar que eso es factible.

Lección importante para aprender: sin perder tus raíces, adáptate lo más rápido posible. Puedes valorar nuestras costumbres e incorporar las españolas que más se adapten a ti, cambiar la mirada. Por ejemplo, yo nunca he podido echar la siesta, pero, hago un montón de cosas que son parte de este país, desde tomar el aperitivo, descansar en verano, hasta ver las fiestas regionales e incorporar las palabras españolas en mi habla.

La migración tiene una parte inicial de duelo, pero en cuanto se pasa, se abren los ojos a lo nuevo con gratitud, con emoción, con ilusión.

Otro consejo importante: tejer redes desde temprano con gente local. Tendemos a hacer guetos venezolanos y eso es natural, pero hagamos amigos del sitio al que llegamos. Eso nos permitirá integrarnos mucho más rápido y comprender la cultura mucho mejor. 

Patsy recomienda tener humildad a los venezolanos que llegan a otro país
España

Tener pueblo en España

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Cadaqués. Un pueblo en la Costa Brava que inspiró a Dalí

 

Briamel González Zambrano

El 15 de agosto es festivo en toda España y se supone que este día los pueblos españoles celebrarían sus fiestas patronales, pero este año la pandemia lo impidió. Sin embargo, les quiero hablar de lo que es, significa e implica tener pueblo.

En Venezuela se solía decir “Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebras”, aludiendo a que en la capital siempre estaba lo más avanzado en casi todo, desde la moda, la gastronomía, la tecnología o el mundo del entretenimiento. Yo nunca caía en esa discusión porque me daba más bien vergüenza ajena cierta ignorancia de los capitalinos de su propio país y porque la mayoría de las veces eran bromas retadoras para ver si te picabas.

Cuando nos fuimos de Puerto Ordaz a estudiar en Caracas, había gente en la universidad que nos preguntaba cómo hacíamos para llegar al colegio dado que nuestra ciudad “estaba en medio de la selva”. Un par de amigos se inventaban historias tipo: “Nos subíamos a una chalana, luego íbamos en curiara por el río abajo. Llegábamos a la escuela que estaba en pleno monte y en las aulas teníamos que estar pendientes por si entraba alguna culebra o un mono”. Yo me partía de risa y no dudo que alguien les hubiera creído.

En España, también hay rencillas entre Madrid y Barcelona y entre las capitales de Comunidades Autónomas y las ciudades relevantes (por ejemplo, entre Sevilla y Granada, Córdoba o Málaga).  Es un país con un grueso territorio rural y ocho mil kilómetros de costa. De manera que en su geografía se puede encontrar campo, vides, olivos, girasoles, melones y también mar Mediterráneo, Atlántico, Cantábrico, además de zonas de montañas deslumbrantes. Alrededor de todos estos paisajes hay casi diecinueve mil pueblos que pueden tener desde diez a muchos miles de habitantes.

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Olvera, un pueblo en la sierra de Cádiz

En las aldeas y poblados españoles hay una gran riqueza cultural. De hecho, desde muchas de esas villas fue desde donde salieron los migrantes que llegaron a América, a Alemania y a otras zonas del mundo cuando aquí había guerras y hambrunas. Conscientes de ello, los pueblerinos que salieron a estudiar y vivir en ciudades en España pocas veces dejan atrás su pueblo. Lo visitan, lo quieren y tratan de no faltar a sus fiestas ni perder el contacto con determinadas tradiciones. Quien tiene pueblo tiene un tesoro, sobre todo en verano. Porque cuenta con un lugar a donde ir para escapar de la ciudad, casi siempre refrescarse en un riachuelo o en el mar. Puede reconectar con la naturaleza, con amigos de la infancia y con la familia. Pasar días sin internet, televisión o tecnología, si te apetece. Ir de bares, visitar pueblos vecinos, redescubrir monumentos. Reír y disfrutar.

Tengo la suerte de que mi pareja sea un chico de pueblo. Vamos mucho a lo largo del año porque solo está a 130 kilómetros de Madrid. Hace un frío que pela y en verano se está mucho más fresco que en Madrid. Tiene lagunas, embalses, riachuelos y paisajes mágicos con fauna deslumbrante. Así que es nuestro pequeño oasis de descanso y solaz. Si tienes un amigo español que te propone ir a su pueblo, JAMÁS desprecies esa invitación. Aprovecha la oportunidad y sobre todo abre tu mirada para descubrir cosas nuevas. Si vas con la mentalidad de “me invitaron a un monte, yo que soy de ciudad”, mejor quédate en tu casita. Si quieres ver otras formas de vivir, de ser y de estar, entonces ve, conoce, come, baila y adéntrate en esa España que va más allá de los anuncios publicitarios. Allí hay mucho que encontrar.

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Una amiga venezolana que tiene tres niños y vive en Madrid me dice que un día tuvo que explicarles a sus hijos por qué ellos no tienen pueblo donde ir. Los chicos lo preguntaban porque todos sus compañeros de clases hablan del pueblo de sus abuelos y de ir al pueblo en fiestas. “Les dije que no somos de aquí, que nuestra familia está lejos, pero que no importaba porque teníamos España entera para irla conociendo cuando queramos. Mientras les daba mi respuesta me dieron ganas de llorar porque en el fondo yo también quisiera tener pueblo”.

Información de interés:

Los pueblos más bonitos de España

 

 

 

Día del niño, Entrevistas

Agenda con peques: Un proyecto familiar para promocionar el entretenimiento infantil

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Nancy Sánchez y su hijo Iker. Los creadores de «Agenda con peques».                                              Foto Eduardo Noda

 

 

La periodista Nancy Sánchez divulga las actividades destinadas a los niños desde una cuenta de Instagram en la que informa de los planes para los más pequeños en Madrid. En esta entrevista repasamos su historia migrante y cómo nació su plataforma para informar a los niños y a sus padres.

Briamel González Zambrano

Nancy Sánchez (Caracas, 1972) vive en Madrid desde el año 2002. Los hechos de violencia política de ese año en Venezuela precipitaron su mudanza a la capital española. Dejó su cargo como productora ejecutiva en el “Noticiero Venevisión”. Se vino con ella su novio Aníbal, con quien llevaba un año saliendo y quien se convertiría en su esposo al poco tiempo de llegar.

“Aquello fue muy duro. Me daba terror que le pasara algo a alguno de los reporteros que yo coordinaba. El solo hecho de pensar en tener que llamar a un padre para decirle que a su hijo le habían pegado un tiro en una manifestación me agobiaba mucho. Así que no esperé más y me fui en septiembre de 2002”, recuerda, mientras la entrevisto por videollamada.

El padre de Sánchez es gallego y su madre es venezolana, pero con raíces en Galicia, así que no tuvo problemas de documentación porque tiene pasaporte español. Su mudanza implicaba volver a los orígenes de su familia. Ella venía a España de vacaciones. Había hecho un curso de especialización en Madrid en 2001 y sus dos hermanos ya vivían aquí. Ni el país, ni la ciudad, ni el acento le resultaban extraños. Pensó que viniendo de trabajar en Venevisión conseguiría empleo rápidamente en algún canal español. “Mínimo, esperaba trabajar en Radio Televisión Española. (Risas). Fui muy ilusa. Eso nunca ocurrió. El mercado laboral en los medios aquí es muy duro.  Fui teleoperadora de bancos, de venta de suscripciones de El País (que fue lo más cerca que estuve de trabajar en lo mío en esa etapa), vendí publicidad a puerta fría.  Estuve en oficios  que jamás imaginé y que me permitieron mantenerme  y aprender mucho”, dice.

En 2005 empezó a trabajar como redactora en medios dirigidos hacia el público latino como la revista Toumaï, Radio Mundial y El Comercio de Ecuador.  Eso le permitió un acercamiento a la comunidad latinoamericana en España y un conocimiento de diversas realidades de los inmigrantes. La crisis de 2008 afectó al sector y muchas de esas plataformas se quedaron sin anunciantes y quebraron. Nancy siguió trabajando de forma independiente y colaborando a destajo con publicaciones.

En el año 2012 todo cambió. Nació su hijo Iker y él se convirtió en el centro de sus prioridades. Como toda primeriza, tuvo que aprender de todo lo relacionado con el mundo infantil y además cómo se hacen las cosas en España. “Yo nunca había cambiado mi chip del lenguaje, por ejemplo. Como trabajaba en medios latinos, no había problemas en hablar y escribir en perfecto venezolano. Cuando nació Iker, en la guardería nos pidieron con mucho respecto que teníamos que enseñarle cómo se dicen las cosas en España porque si no las maestras no lo entenderían. Por ejemplo, bacinilla, que aquí se dice orinal. Cosas así. Aníbal y yo somos venezolanos. Aunque mi padre sea gallego, hablaba sin acento en Venezuela porque tenía restaurante y se relacionaba mucho con sus clientes. Es más fácil para las parejas mixtas, pero nosotros tuvimos que empezar a incorporar todo ese vocabulario en nuestro hablar diez años después de haber llegado a España. Ahora él nos corrige las palabras (risas)”.

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En efecto, Iker es un niño muy despierto y está pendiente de la conversación que tenemos su madre y yo. Se asoma por el móvil a saludar y también intenta aportar cuando su madre me va explicando cómo cambió la vida con su llegada.

Cuando el pequeño estaba por nacer, una prima de Nancy necesitaba una recepcionista en su clínica de fisioterapia y le ofreció el trabajo. Ella aceptó y se desempeña como administrativa, telefonista y responsable de redes sociales.  “Poco a poco fui amoldando este cargo a temas de comunicación, publicidad y hago de todo. He aprendido mucho y me permite conciliar mi rol de madre con el laboral”, comenta.

Agenda con Peques

A medida que Iker dejaba los pañales y había que hacer planes con él, Nancy investigaba dónde podían llevarlo, qué actividades gratuitas tenía Madrid cada fin de semana. Compartía sus hallazgos con el grupo de madres de su urbanización. Una de ellas le dio la idea de hacer una plataforma para reunir toda esa información.  Así se le ocurrió hacer la cuenta de Instagram: Agenda con peques, que nació en verano de 2018.

“Mi cuñada es de un pueblo de Aragón. Siempre van en verano para allá y cuando llevamos a Iker, a quien le fascina la naturaleza, vi cuánto disfrutó ese entorno rural, libre, sencillo, con gente amable y muy distinto a la ciudad. Me di cuenta de que hay muchos planes que puedes hacer con poco dinero y cuánto se le puede enseñar a un niño en un ambiente así.  El primer post fue la visita a ese pueblo en agosto de 2018”, rememora Sánchez.

A partir de entonces ha publicado sobre parques, presentaciones de magos, cuentacuentos, payasos, ferias del libro, museos, planes de verano, recorridos infantiles por Madrid, títeres, exposiciones, conciertos y hasta mercadillos solidarios. Todo con la idea de mostrar la oferta de la ciudad para los más pequeños.

Con respecto a las acciones solidarias, Sánchez considera que son oportunidades para enseñar valores a los niños. “Mantuvimos a Iker muy protegido de las noticias sobre Venezuela. Nunca hablábamos de eso delante de él. Hasta que hubo una votación en 2017 en la que no tuvimos con quién dejarlo y vino con nosotros. Nos vio con banderas, emocionados. Tuvimos que explicarle la situación. Ahora él sabe que hay un rey malo que gobierna en el país de sus padres y que a mucha gente le falta alimentos, comida, medicina y que por eso papá y mamá van a votar, a protestar, que es lo que pueden para que aquello mejore. Cuando recolectamos ropa para los venezolanos que viven aquí, él ya entiende por qué lo hacemos y nos ayuda, nos da de su ropa, de sus juguetes”, explica Nancy.

Agenda con Peques no se va a quedar solo en Instagram. Tienen el proyecto de expandirlo a Youtube y contar en vídeos cuánto disfrutan de los planes infantiles. “Aníbal está trabajando la parte gráfica. Iker es un producto nato de Agenda con Peques. ¡En cuanto ve algo me lo dice para publicarlo en el Instagram! Se ha convertido en un proyecto familiar. Habrá muchas sorpresas. Nos divertimos mucho y es muy gratificante saber que ayudas a otros padres en la gestión del tiempo con sus hijos. Ahora en el confinamiento nos lo han agradecido mucho. Dimos ideas de cómo gestionarlo y hablamos con psicólogos y maestros”, revela.

El reto que supuso estar confinados con un niño de ocho años puso a prueba a Nancy y a Aníbal. Tuvieron que cambiar las reglas de casa, flexibilizar horarios, permitirle que saltara en el sofá para que pudiera hacer actividad física, explicarle de ciencia y virología para comprender la gravedad del coronavirus, hacer muchos deberes y estudiar con él. Adicionalmente, los abuelos de un par de amigos de Iker fallecieron por la enfermedad, así que también hubo que hablarle de la muerte.

“Siento que ha madurado mucho en estos meses tan duros de estar en casa sin poder salir a jugar, sin ir al cole, sin ver a sus amigos y teniendo que  estudiar a través de la pantalla. No sé si le tocaba esta madurez por edad o por lo que ha vivido. Como padres, estamos siempre muy pendientes de sus etapas de desarrollo y sabemos que esta ha sido especialmente difícil para todos”.

Mientras tanto, Iker se sigue asomando por el móvil en nuestra conversación. Habla con su acento castizo y le pregunto a Nancy sobre cómo es tener un hijo que pronuncia distinto a sus padres. Se ríe. “Para mí, la historia se repite. Antes dije que mi padre habla supervenezolano, pero igualmente dice palabras españolas. Yo siempre supe que él era de otro país. Así le pasará a Iker. Sabe que sus padres vinimos de lejos y por eso nuestro lenguaje es diferente.  Lo miro como riqueza cultural y es divertido”.

Además de Agenda con Peques, Nancy ha desarrollado la iniciativa “Chiquipress”, que son planes infantiles y descuentos para los hijos de los socios de la asociación “Venezuelan Press” (que agrupa a más de 400 periodistas venezolanos en España). El proyecto nació en diciembre pasado y ha compartido planes que buscan que los niños nacidos en España aprendan sobre le país de origen de sus padres y también se integren al lugar donde han nacido. Todo con la idea de la integración cultural y el esparcimiento infantil.

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Agenda con peques incluye planes de museos, ciencias, arte, cocina y todo lo relacionado con entretenimiento infantil

 

Entrevistas

Yolimer Obelmejías: «Tengo tres trabajos para poder vivir del periodismo»

Coordina las páginas de la sección de Arte y Entretenimiento de El Universal y de Diario de Las Américas, además colabora con el programa de televisión «Sábado en la Noche» de Globovisión. Tres trabajos, guardias de fines de semana, crisis en el sector del espectáculo y batallas digitales de la fuente en las redes sociales son algunos de los retos de la vida de esta reportera que ejerce hoy en Venezuela.

Briamel González Zambrano 

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Yolimer Obelmejías se especializó en la fuente de Espectáculos.

Coincidí con Yolimer Obelmejías en las aulas de la Universidad Católica Andrés Bello. La recuerdo sobre todo en la redacción del periódico institucional “El Ucabista”, donde ella fue becaria varios años y a cuya oficina iba yo a hacer gestiones estudiantiles. En aquella época ya era notorio su interés por el mundo del entretenimiento, donde ha trabajado el último par de décadas. Años después nos reencontramos en la sede del diario El Universal, donde ella trabajaba para la página web y yo en la sección “Caracas”. Para recordar el Día del Periodista en Venezuela quise entrevistarla y conocer las condiciones del ejercicio profesional en el país en la actualidad.

Obelmejías (Barcelona, Venezuela. 1978) coordina la sección de “Arte y Entretenimiento” de El Universal, colabora con El Diario de las Américas (Estados Unidos) y con el programa televisivo “Sábado en la Noche” de Globovisión.  Años atrás trabajó en Unión Radio, Radio Caracas Radio, El Nacional y Un Nuevo Día.

Hacemos una videollamada en conexión Caracas-Madrid y comenzamos sonriendo por la alegría de vernos después de muchos años. Me empieza a hacer preguntas, pero le recuerdo que la entrevistada es ella. Reímos. La conexión de internet a veces ralentiza nuestra conversación, pero no nos rendimos.

.- ¿Cómo compaginas tener tres trabajos que, además, incluyen fines de semana?

.-(Risas). Como sabes, un reportero casi siempre trabaja fines de semana y festivos, según la guardia que le corresponda. Eso no es nada nuevo. Se balancean los tiempos. Sin embargo, tener tres trabajos sí  tiene que ver con la coyuntura actual del país y de cómo afecta a la economía de cada uno. Lo hago para poder vivir del periodismo. Actualmente lo que más aporta a mis finanzas es mi colaboración con El Diario de las Américas, debido a que es un pago en divisas y obtengo el beneficio al cambiarlo a la moneda local. Es decir, vivo de lo que llamamos popularmente “un tigre”. En El Universal llevo trece años, pero allí todos ganamos salario mínimo. Si mañana entra un nuevo periodista va a ganar igual que yo. Es desmoralizante, pero es así.

.-¿Qué te motiva para seguir en un trabajo donde la paga no te compensa para cubrir casi ninguno de tus gastos?

.-Mi vocación, mi dominio de la fuente, que esas páginas son mi tribuna, mi contribución y lo que sé hacer. Yo entro a la torre de El Universal y me siento segura, me siento en casa. Son muchos años y hay una red de afectos muy importante para mí.

Mi fuente me da muchas alegrías y contrastes. Los periodistas de Espectáculos siempre decimos el chiste ese de que desayunamos con las misses, almorzamos con Chino y Nacho, luego vamos a ver la última película de Marvel y regresamos por la noche a la casa en metro.

.-Debe ser una anécdota de todas las fuentes. Los de Política y temas sociales decíamos algo parecido: “Desayunas en una cumbre con presidentes de varios países. Comes con un alcalde. Por la tarde entrevistas a una familia que ha perdido su casa en un derrumbe. Por la noche vas al encendido de las luces de Navidad de un municipio”. Nuestro trabajo tiene el contraste como una condición inherente.  

Añadida a esta situación de los salarios, tanto El Universal como Globovisión, dos de los medios en los que trabajas, han sido comprados por grupos afines al gobierno venezolano. ¿Cómo se ha visto afectado tu trabajo con este cambio de dueños?

.- Ambas compras fueron polémicas. Globovisión fue vendido en 2013 y cambió su línea. De hecho, yo escribí un reportaje sobre el tema en El Universal. Entrevisté a periodistas que se fueron del canal por estar en desacuerdo con la venta, como Gladys Rodríguez y Diana Carolina Ruiz. Mucho tiempo después, es decir, en 2018 me llamaron para colaborar, acepté y de pronto empezaron ataques anónimos en redes sociales hacia mí, diciendo que soy una enchufada del gobierno. En realidad, Melissa Rausseo me llamó para participar en “Sábado en la Noche” porque pensó en lo que yo podía aportar desde mi conocimiento de la fuente de Espectáculos (algo que le agradeceré siempre a ella y a Orlando Suárez), no porque yo tuviera ningún enchufe en las alturas del poder. Sin embargo, ese ataque me enfureció por lo injusto que me pareció para conmigo y mi trayectoria. Así que decidí demostrar con hechos que no era cierto, para dejarlo claro. En mi cuenta de Instagram empecé una serie llamada “Diario de una enchufada” donde mostraba todas las penurias cotidianas que paso, como cualquier venezolano de a pie. Yo vivo en un apartamento alquilado, no tengo carro, falla el transporte público y se me van la luz, el agua e internet. Además, ayudo económicamente a mis padres que viven en Lechería. Todo eso lo conté para mostrar que, si fuera una enchufada, nada de eso pasaría en mi día a día.

Mi admirado y siempre recordado Ramón Pasquier, con quien trabajé en la radio, me decía siempre: “Yolimer, hay que tener piel de búfalo frente a las críticas destructivas y malintencionadas”. Esa frase me la dejó para siempre.

Para que quede claro, en Globovisión no he sentido presión, ni censura de ningún tipo. He hecho las entrevistas que he querido, he llevado las informaciones que quiero compartir en el programa.

.-¿Ha habido algún entrevistado que haya dicho que no habla con “Sábado en La Noche” por considerar que está en un canal del gobierno?

.- Que yo sepa no, pero es verdad que eso lo debe saber bien el equipo de producción. Yo llevo mis informaciones semanales, preparo las entrevistas de acuerdo con los invitados que tendremos, llevo novedades. Nunca me han presionado para nada.

.-¿ Y en  El Universal?

.- Yo soy opositora y siempre trabajé en medios que iban en esa línea y que enfrentaron abiertamente al gobierno. Te hablo de RCR, Unión Radio, El Nacional. De manera que nunca tuve este tipo de dilemas. Cuando vendieron El Universal se nos transmitió que nada cambiaría en cuando a la línea editorial, que en la fuente de “Arte y entretenimiento” seguiríamos con la misma libertad. Quizá por el tipo de información que manejamos así se ha mantenido. Yo he entrevistado, entre otros, a Roque Valero, Hany Kahuam o Winston Vallenilla, que son figuras alineadas con el gobierno y les he hecho las mismas preguntas que les haría si yo estuviera en otro medio.

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Yolimer Obelmejías entrevistando a Ruddy Rodríguez

.- ¿Cómo ha afectado la crisis del país al sector del entretenimiento?

.-Lo que más se ha visto afectado es la industria musical y los conciertos. Hay una sequía importante desde hace por lo menos tres años. Ya no vienen grandes figuras a Venezuela, que solía ser una plaza fija en las giras de los cantantes. Nuestro país ya no figura en las giras de nadie. Ni Shakira, Ricky Martín o Marc Anthony pasan por aquí, van a países vecinos.

En cambio, se ha potenciado el teatro. Hay iniciativas como Urban Couplé, Trasnocho que han incrementado su actividad. En el interior del país también pasa en sedes teatrales. Todavía quedan comediantes que aún giran por Venezuela.

 El cine venezolano se ha defendido como ha podido. Hay un esfuerzo por seguir haciendo películas. No me meto en el tema de la calidad, pero sí en que es una industria que persiste. Ha habido taquillazos como “Papita, maní y tostón”.

Por otra parte, la televisión venezolana da tristeza. Todo son refritos, telenovelas viejas y repetidas una y otra vez. Sobreviven los magacines “Portadas” en Venevisión y “Lo Actual” en Televen.

“Sábado Sensacional” no es ni la sombra de lo que fue en su día. Se centró en hacer realities y concursos, pero nada de grandes figuras visitando el programa.

Durante años tuvimos las cifras de medición de audiencia AGB, que nos daban estadísticas sobre el rating. Desde hace mucho tiempo no tenemos cifras de nada, no podemos analizar datos.

Los actores, por su parte, se han buscado el camino internacional. Los que se han quedado insisten en el teatro, en producciones independientes, algunos hacen publicidad e intercambios en redes sociales. Y, por su puesto, hay nuevos talentos que surgen en todos los sectores. No todos tienen una industria que los apoye por detrás, algunas nacen en redes sociales.

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Obelmejías con el humorista Américo Navarro

.-Ahora que mencionas las redes, como consumidora veo que hay portales que se nutren solo de las riñas que ven entre los artistas en Instagram o Twitter. Ni siquiera los llaman para confirmar nada. ¿Cómo evalúas esta práctica?

.-A ese tipo de cuentas y webs solo les mueve el tráfico, el ansia por el click y por los seguidores. No les interesa trabajar el contenido y allí no hay periodismo. Se buscan el alcance y la polémica.  Eso que pasa en las redes también es un reflejo de cómo está el país.

Por otra parte, están los haters. Es triste que desde cuentas anónimas se ataque a los talentos venezolanos, se mueva el morbo, se manifieste el odio a través del teclado. Hay ciberturbas que lo que quieren siempre es cacería de brujas. Se sienten impunes.

.-¿Qué te han dicho tus fuentes sobre este tipo de cuentas y de ataques constantes?

.-Los artistas con quienes he hablado del tema me dicen que es desgastante. Es obvio, porque una cosa es saber que estás expuesto por tu trabajo a que la gente opine (bien o mal) y otra es que haya prácticas perniciosas de odio, de sacar temas hirientes y de ver que hay colectivos que no se sacian al hacer daño.

Por ejemplo, a Daniela Alvarado constantemente la atacaban por su peso. Ella se defendió siempre diciendo que su talento es lo que le ha valido para trabajar como actriz. Finalmente se sometió a una cirugía bariátrica por temas de salud. He leído comentarios como “Me caías mejor cuando eras gorda”. Entonces, se trata de personas que se sienten con total impunidad delante de un teclado. Luego vas a esas cuentas de haters y su perfil es privado y la biografía dice “Creo en Dios”, cosas así. Los atacados están en posición de desigualdad porque muchas veces no les pueden responder.

Lo hablé también con Maite Delgado hace poco. Ella lo resumió muy bien. Me dijo que todo se reducía a la educación. Sin referirse a estatus socioeconómico, sino a lo que te han enseñado en tu familia sobre el respeto por el otro.

.-Algo curioso y gratificante que te haya pasado en estos últimos años en la fuente.

.-Que Oswaldo Montañez, organizador del certamen Miss Tierra me llamara para cubrir la alfombra roja del concurso en vivo. Yo pensé que estaba de broma. Hasta que un día me llamó y me preguntó si ya tenía el vestido y todo listo. Yo crecí viendo a Joan Rivers en E Entertainment Television haciendo eso y me encantaba, pero no pensé que yo lo haría alguna vez debido a mi baja estatura, mi peso y que eso no cumple con ciertos cánones televisivos. Sin embargo, me pidieron hacerlo, fue un reto, mucho nervio, pero lo disfruté mucho y me di cuenta de que, a veces, los obstáculos nos los ponemos nosotros mismos.

.-¿Qué tal el trabajo periodístico durante la cuarentena?

.-Me da risa que la gente dice que está aburrida en su casa. ¡Yo tengo tres trabajos! Hago guardias los fines de semana. Tengo que escribir entrevistas largas, reportajes, proponer temas propios, exprimirme la cabeza pensando en buen contenido para mis audiencias. Además de eso, hay que sumarle las fallas de internet, porque ahora hay que hacer muchas cosas por Whatsapp, Zoom o por Skype y aquí la banda ancha en un desastre. Esto retrasa mucho el trabajo. Yo no he tenido tiempo de aburrirme durante el confinamiento (risas).

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Yolimer y el equipo de «Sábado en la Noche»